MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
Unos dos millones de habitantes en la Franja de Gaza sufrieron desplazamiento interno debido a la guerra y, hoy en día, “no tienen ninguna casa a la que volver”.
“Todo ha sido destruido”, declaró a Servimedia Budour Hassan, investigadora de Amnistía Internacional en Israel y los territorios Palestinos.
Los bombardeos continuos desde octubre de 2023 y las incursiones terrestres acabaron con el 90% de los edificios: viviendas, hospitales, escuelas, etc. También arrasaron carreteras, estaciones e infraestructuras civiles en general.
“Alcanzado el alto el fuego, empieza ahora la guerra invisible” de la reconstrucción y la supervivencia”, advirtió Hassan.
Según indicó, el 90% de la población en Gaza fue desplazada a la fuerza –la gran mayoría varias veces–, y el 89% del territorio ha sido arrasado. “Literalmente, no tienen ni casas ni pueblos donde regresar”.
Hassan destacó la importancia de asegurar una reconstrucción rápida y completa en la franja, para lo que “es preciso que la paz perdure y la ayuda humanitaria y los suministros entren sin restricciones”.
En su opinión, la estabilidad del alto el fuego “va a depender de la presión internacional sobre Israel y, sobre todo, de la presión que ejerza Estados Unidos”.
GENERACIÓN PERDIDA
La investigadora de Amnistía lamentó que un millón de niños en Gaza llevan casi año y medio sin ir a clase.
“Los que pueden estudian en tiendas de campaña, pero no hay un sistema educativo que funcione”, agrego. Existe el riesgo “de perder una generación”, alertó.
Además, Hassan resaltó que la Franja tiene el mayor porcentaje de niños con lesiones permanentes o con discapacidades sobrevenidas del mundo.
“Ahora es imposible aventurar cifras concretas, pero el número de discapacidades será enorme”, vaticinó. Las necesidades de rehabilitación y de cuidados también lo serán.
Hasta el pasado mes de julio, unos 23.500 gazatíes arrastraban lesiones que implican “rehabilitación de por vida”, según la OMS.
Se calcula también que en Gaza hay casi 8.000 personas con amputaciones –unas 1.500 de ellas requerirían volver a ser intervenidas– y más de 90.000 heridos que no pueden seguir el tratamiento adecuado para superar los daños sufridos.
Por ello, Hassan reclamó a Israel que permita el traslado de los heridos y de los pacientes graves a hospitales fuera de la Franja, donde podrán recibir la atención que necesitan.
Planteó la misma exigencia para aquellos pacientes residentes en Gaza que eran atendidos en ciudades cisjordanas o en Jerusalén Este y que, desde octubre de 2023, han visto interrumpidos todos sus tratamientos.
Además, urgió a autorizar la entrada de personal médico y sanitario y a agilizar la reconstrucción de hospitales y centros de salud, para que el sistema sanitario en Gaza vuelva a ser operativo.
También pidió “investigar todos los crímenes cometidos por Israel y por Hamas durante estos 15 meses, establecer responsabilidades y, por supuesto, ejercer justicia”.
Las víctimas “tienen derecho a la reparación y a la verdad”, remarcó Hassan.
En su opinión, “hay pruebas de que Israel ha cometido genocidio y crímenes de guerra y de lesa humanidad”. Esto es, “con la intención deliberada de acabar con el pueblo palestino”. Así se desprende de los testimonios de supervivientes que “hemos recogido”, apuntó, y de lo que “uno de nuestros investigadores, que reside en Gaza”, ha podido averiguar.
“Asesinatos de niños y mujeres, bombardeos indiscriminados, destrucción de infraestructuras civiles y un bloqueo sistemático de la ayuda humanitaria para hacer imposible la vida”. Son ejemplos “comprobados”, aunque “podemos suponer que hay muchos crímenes que permanecen ocultos”, advirtió.
Estos últimos 15 meses en Gaza han sido “los peores desde la guerra del 48”, valoró, aunque “en el fondo, suponen la culminación de años de ‘apartheid’, ocupación ilegal de Cisjordania y bloqueo de Gaza”.
“Soñar con una paz definitiva sin atajar las causas profundas del conflicto resulta utópico”, concluyó.
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