MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
La ONG Amnistía Internacional (AI) ha denunciado este martes la tortura y tratos inhumanos sufridos de forma “rutinaria” por personas detenidas en prisiones y centros de interrogación a manos de las Fuerzas Armadas de Birmania un año y medio después del golpe de Estado de febrero de 2021.
Tras entrevistar a más de una quincena de personas desde el pasado mes de marzo, la organización ha documentado las “horribles experiencias de personas arrestados” por la junta militar birmana. Desde el golpe de Estado son más de 14.500 los arrestados, según datos de la Asociación de Asistencia para Presos Políticos (AAPP).
En un comunicado, Amnistía ha denunciado que muchos de ellos son arrestados sin órdenes de detención y son forzados a confesar mediante herramientas como la tortura y malos tratos. Además, son amenazados con represalias, como hacer daño a sus seres queridos o llevar a cabo desapariciones forzosas.
“Birmania ha llegado a niveles inimaginables de tratos brutales contra detenidos como parte de su estrategia para lograr que se desmoronen y dejen la resistencia”, ha aseverado la secretaria general de AI, Agnès Callamard.
No obstante, ha dicho, esto está teniendo “el efecto contrario”. “La gente sigue ejerciendo resistencia a pesar de las violaciones, incluso aunque se lleven a cabo ejecuciones”, como las del fin de semana pasado.
“Como una cuestión de urgencia, el Ejército birmano debe liberar a miles de personas que se encuentran detenidas simplemente por ejercer sus derechos, y deben permitir que vuelvan con sus familias”, ha aseverado.
Para ello, h destacado, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha de “aumentar la presión sobre el Ejército de Birmania, ya sea a través del Tribunal Penal Internacional (TPI), con un embargo de armas o con sanciones concretas”.
El documento señala que las pesquisas realizadas por la ONG han permitido obtener datos de palizas contra detenido, que han sido también electrocutados. Muchos de ellos han denunciado haber sufrido tortura psicológica, como amenazas de muerte y violación, para confesar así informaciones sobre actividades contrarias al golpe militar.
“Cuando nos encontraban durmiendo nos golpeaban. Si nos veían sentados, nos pegaban. Nos ponían los rifles en la cabeza y nos amenazaban con matarnos en cualquier momento”, ha aseverado un estudiante arrestado en la región de Magwe.
Ma Kyu, detenida en el estado de Karenni por protestar contra el golpe, ha indicado que la Policía le advirtió de que “podía matarla tras el arresto”. “No necesitamos ni llevarte a prisión”, dijeron, tal y como ha explicado.
Amnistía ha alertado de que algunos miembros de las fuerzas de seguridad cometieron delitos sexuales contra los detenidos. Saw Han Nway, una mujer transgénero que fue arrestada en septiembre de 2021 ha ganado notoriedad debido a las graves torturas sufridas tras su arresto.
“Cuando utilizaba pronombres femeninos para referirme a mí misma, me decían que era gay y me hacían mostrar mis genitales masculinos”, ha lamentado.
Sin embargo, a pesar de las terribles experiencias de gran parte de los detenidos, muchos insisten en que jamás se rendirán. “Somos como móviles. Nos recargamos una vez nos quedamos sin batería”, ha dicho Nway.
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