MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
El director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jarbas Barbosa, ha advertido de que, en algunos países de América Latina, se produjo un incremento de al menos un 25 por ciento de casos de ansiedad, de angustia y de depresión durante la pandemia y, además, se registró un aumento de consumo de drogas y alcohol.
“Este impacto tiene una explicación, porque pasamos todos a convivir con incertidumbre durante largos meses en los que no teníamos vacunas, sumado al aislamiento social. No olvidemos que América Latina fue el epicentro durante un tiempo prolongado, fue una situación de mucho sufrimiento para las personas con un fuerte impacto también económico. Mucha gente vio sus ingresos disminuidos, generando aumento de la pobreza”, ha expresado.
Además, el consumo de drogas y alcohol se relaciona directamente con la falta de perspectiva, la pobreza, la inequidad y la violencia. “La pandemia agravó la salud mental, pero al mismo tiempo pasó a exigir una preparación mejor de los planes nacionales de salud, de cómo podemos tener una mirada para atender la salud mental sin discriminación ni estigma, basándola en la Atención Primaria y con una política multisectorial”, ha recordado.
En la región de las Américas, desde hace 20 años, las tasas de suicidios han venido creciendo. “Es la única región del mundo donde eso pasa”, ha señalado el director de la OPS. En ocasiones, porque muchos jóvenes y ciertas poblaciones “no tienen expectativas, no tienen empleo ni perspectiva de vida y se involucran con bandas delictivas, consumen drogas o son testigos de violencia doméstica”. Por ello, ha urgido a una mirada “mucho más amplia de la salud mental”, donde las políticas de los distintos sectores de gobierno trabajen con la sociedad civil para alcanzar una respuesta adecuada.
En este sentido, ha señalado que las drogas, el alcohol y el tabaquismo “son una preocupación” para la OPS; si bien reconoce que, con relación al tabaquismo, la región de las Américas es “la que más avanzó en el mundo”. Sin embargo, hay otros desafíos. Por ejemplo, las poblaciones más pobres son las que más fuman en comparación con las personas en mejor situación económica y con mayor acceso a la escolaridad.
CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS
Por otra parte, ha lamentado que la juventud está expuesta al uso de cigarrillos electrónicos. “Se ven tentados a experimentar, al verse atraídos por un dispositivo tecnológico, creyendo en esa falsa información de que son menos dañinos para la salud, lo cual no solo no es verdad, sino que incentiva a la posterior transición hacia los cigarrillos convencionales”, ha advertido.
Con respecto a las drogas y el alcohol, ha instado a la implementación de “políticas más amplias” que no solo abarquen al sector salud. En este sentido, ha recordado que el consumo se relaciona “directamente” con la falta de perspectiva, la pobreza, la inequidad y la violencia en algunos barrios de América Latina. “Pensar en políticas de reducción del consumo de drogas en esas poblaciones va a exigir un trabajo muy integrado del sector salud con el sector social”, ha asegurado.
SANIDAD UNIVERSAL
En cuanto al acceso a la sanidad, Barbosa ha afirmado que, antes de la pandemia, no se estaba avanzando “con la velocidad ni la equidad necesarias en algunas de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre ellos la accesibilidad a la salud”.
“Sabemos que vivimos en la región que es la más inequitativa del mundo, y a su vez esta inequidad también se da dentro de los países”, ha lamentado el director de la OPS. “A veces, los promedios parecen que van bien, pero, cuando miramos el nivel subnacional como las provincias, los estados, comunidades, o los datos de poblaciones como los pueblos originarios, los afrodescendientes, encontramos situaciones de mucha desigualdad que tiene que ser resuelta”, ha zanjado.
A su juicio, la pandemia “empeoró todo” y en algunos países supuso un retroceso de veinte años. “Tenemos que ir mucho más allá del 2019, implementando nuevas estrategias, nuevas tecnologías que ya están disponibles y hacer que los buenos proyectos que tenemos en la región puedan convertirse en políticas públicas eficientes”, ha apuntado.
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