Se producirá de manera íntegra en tres de las plantas del grupo en Francia
PARÍS, 11 (EUROPA PRESS)
Alpine, el fabricante francés de deportivos integrado en el grupo Renault, ha presentado el primer fastback eléctrico que bebe de un vehículo de Fórmula 1, aunque aspira a convertirse en un coche para el “uso diario” pero para un público muy concreto.
A día de hoy, Alpine no ha desvelado ni el precio ni la potencia de este ‘concept car’ que tomará forma a lo largo de los próximos años, aunque ha puesto en valor la estrategia de desarrollo de un vehículo 4×4 que “da un paso más” con la aplicación del sistema tecnológico ‘Active Torque Vectoring’ con el que el Alpine A390 “ofrece un mayor deslizamiento en los trayectos”.
Durante un encuentro con periodistas entre los que se encontraba Europa Press en París, la marca asegura que bajo el chasis, este vehículo incorporará hasta tres motores eléctricos -uno delantero y otros dos traseros por cada rueda– que, en el futuro, según especifican desde el grupo, se irán incorporando a toda la gama de coches de Alpine.
Las ruedas delanteras -22 pulgadas– y las traseras -23 pulgadas– ofrecen un agarre en carretera singular y único en el mercado. La razón detrás de esta afirmación es que contará con unos neumáticos de Michelin fabricados a medida tras la firma de un acuerdo de exclusividad para el suministro de las gomas que “garantiza el mantenimiento de las prestaciones originales en cada sustitución durante la vida útil del vehículo”.
En cuanto al ecosistema del interior del vehículo, Alpine incorpora un sonido y diseño de alta gama gracias a la integración de los productos de Devialet, el fabricante francés de altavoces. Asimismo y a pesar de que lo que se ha podido ver en París no es más que un prototipo, Alpine tiene claro el camino a seguir para equipar el coche desde dentro.
Utilizando como inspiración los vehículos de Fórmula 1, Alpine dice tener como principal objetivo incrementar la “ligereza” del coche con el empleo de materiales de fibra de carbono con silicio reciclado, piezas de plexiglas -en el volante y el cuadro de mandos- e impresiones 3D en el reposacabezas.
ECOSISTEMA INDUSTRIAL “COHERENTE”
El fabricante producirá sus vehículos de manera íntegra en Francia, con lo que evita ser parte de la guerra comercial abierta entre la Unión Europea y las marcas chinas a cuenta de los aranceles a la importación de coches eléctricos.
En concreto, Alpine va a ensamblar sus vehículos y componentes en tres de las fábricas del grupo Renault en Francia: la central será la planta de Dieppe (Normandía) donde se han acometido una serie de inversiones -sin cuantificar- para “transformar la estructura y adecuarla a la producción de coches eléctricos” de manera.
De forma complementaria, Alpine usará la planta de Douais -seno de la ElectricCity-, donde comparte plataforma con Renault para fabricar las baterías y la planta de Cleon se encargará del ensamblaje de los motores.
A pesar de que, por el momento, no ofrecen cifras estimadas de producción, fuentes del grupo aseguran que podría llegar a los 4.500 vehículos, basándose en los fabricados en el último año del modelo A110.
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