MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, calificó este martes, en el marco del Fórum Europa, el cese del expresidente de Telefónica José María Álvarez-Pallete, de “bananero” y criticó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por su “ejercicio obsesivo de ocupación del poder”.
Almeida ofreció declaraciones a su llegada al encuentro informativo que organizó Nueva Economía Fórum con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y dijo que el cambio en la cúpula de Telefónica se propició desde Moncloa. “Pocas veces se han visto ejemplos tan brutales de injerencia política en la actividad empresarial”.
El alcalde declaró que no niega “la capacidad que tienen los accionistas”, como es el caso de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), de “propiciar un cambio de presidente”, pero calificó de “bananero” que la sustitución al frente de la Presidencia de Telefónica se haya decidido, a su juicio, “en el Palacio de la Moncloa y que además el nuevo presidente sea un hombre con profundos vínculos políticos” con “el Partido Socialista”.
En ese sentido, afirmó que “el código de buen gobierno hubiera exigido que no se hubiera hecho en el Palacio de la Moncloa y que al mismo tiempo se hubiera nombrado un profesional de reconocido prestigio que no tenga vinculación política con el Partido Socialista”.
A juicio de Almeida, Sánchez, con este gesto, manda “al resto del Ibex-35” el mensaje de que “aquí no son ellos los que deciden”, sino que es “Pedro Sánchez el que decide”, porque “si es necesario” puede entrar “en el capital de Telefónica” y “si es necesario” cesar a su presidente. “Ese es el resumen de lo que ha pasado este fin de semana con Telefónica, no solo es un cambio de presidente sino un mensaje en clave de poder por parte de Pedro Sánchez”, insistió.
Un mensaje que, según el alcalde, se debe “entender” en “ese ejercicio obsesivo de ocupación del poder que tiene Pedro Sánchez”. Preguntado por los vínculos entre el nuevo presidente de Telefónica, Marc Murtra, y el PSC, aseguró que, sin “minusvalorar las capacidades profesionales del nuevo presidente”, “lo razonable” y “lo adecuado” es que “el nuevo presidente no tuviera ningún tipo de vínculo político en una empresa completamente privatizada, como es Telefónica desde hace ya varias décadas”.
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