MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Alemania y Francia han declarado este domingo “profunda preocupación” por la situación en Georgia, escenario de semanas de protestas contra una ley impulsada por el Gobierno y que, según sus críticos, es una adaptación de una normativa rusa diseñada para aplastar a los disidentes.
La presidenta de Georgia, Salome Zurabishvili, anunció este sábado su veto a la llamada ley de agentes extranjeros, oficialmente la Ley de Transparencia de Influencia Extranjera, parecida a una con la que Moscú marca a los críticos contra el Gobierno. La ley obliga a organizaciones, medios de comunicación y entidades similares que reciban al menos un 20 por ciento de su financiación del exterior a registrarse como “agentes que defienden los intereses de fuerzas extranjeras”. En caso de no registrarse serán sujetas a multas cuantiosas.
La presidenta ha efectuado un veto directo no contemplad por la Constitución georgiana, que en principio estipula el retorno de la ley al Parlamento, acompañada de enmiendas, para una nueva votación. Se desconoce si la cámara, dominada por Sueño Georgiano, el partido del Gobierno e impulsor de la medida, volverá a votar sobre una ley que ya aprobó esta semana en tercera lectura.
“Nuestros dos países siempre han estado a favor de la vía europea de Georgia y han apoyado activamente la decisión del Consejo Europeo de diciembre de 2023 de concederle el estatuto de país candidato (a la Unión Europea)”, señala el comunicado conjunto.
En cuanto a la polémica ley, la declaración franco-germana afirma que el Gobierno y el partido gobernante georgianos actúan en contra de los valores europeos comunes y las aspiraciones del pueblo georgiano: “El camino europeo de Georgia está trazado, pero es Georgia quien decide con qué rapidez y en qué dirección avanza”, señalan.
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