BERLÍN, 14 (DPA/EP)
Este sábado ha comenzado a funcionar la segunda terminal flotante alemana de licuado de gas natural en Lubmin, en el estado de Mecklenburgo-Pomerania Occidental, en un acto con la presencia del canciller Olaf Scholz.
“Vamos a superar este invierno. Todo el mundo se da cuenta en su casa. El suministro de gas no se ha visto afectado”, ha destacado Scholz en una optimista intervención.
“Tampoco ha habido crisis económica en Alemania”, ha añadido Scholz antes de mencionar los millonarios programas de ayuda y la rápida construcción de infraestructuras gasísticas para garantizar el suministro tras el distanciamiento de Rusia. “El precio del gas en los mercados mundiales también está cayendo aquí en Europa, Alemania incluida”, ha destacado.
Scholz ha visitado la terminal, la segunda después de la puesta en funcionamiento en diciembre de la de Wilhelmshaven, un buque de casi 300 metros de eslora, el ‘Höegh Esperanza’, anclado permanentemente.
Estas terminales flotantes pretenden suplir el déficit de gas natural de Alemania mediante la importación del extranjero tras la crisis abierta con Rusia por la invasión de Ucrania.
Otras tres plantas de regasificación deberían estar funcionando a fin de año en Brunsbuettel (Schleswig-Holstein) y Stade (Baja Sajonia), además de otra ubicada también en Wilhelmshaven.
En total aportarán unos 5.000 millones de metros cúbicos de gas natural al año, lejos aún de los casi 60.000 millones que aportó Rusia en 2021. Scholz aprobó la construcción de las plantas el 27 de febrero, tres días después del inicio de la invasión rusa de Ucrania y el país cuenta con unas reservas del 90 por ciento de su capacidad total gracias en parte a la reducción del consumo.
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