MÚNICH/BERLÍN, 23 (DPA/EP)
Las autoridades de Alemania tenían pendiente la deportación del hombre de origen afgano que el miércoles asesinó a dos personas en un parque de la ciudad de Aschaffenburg, pero no lo llevaron a cabo por una batería de errores que derivó en que no se pudiese ejecutar a tiempo el traslado.
El ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann, ha explicado que el único sospechoso del apuñalamiento había solicitado asilo en Alemania pero la Oficina Federal de Migración rechazó su petición en junio de 2023, lo que llevaba implícito una orden de deportación a Bulgaria.
Por una serie de “errores y problemas”, las autoridades bávaras tardaron hasta el 26 de julio en notificar esta expulsión, seis días antes de que expirase el plazo. Las autoridades le perdieron la pista hasta que en diciembre manifestó su deseo de volver a Afganistán, pero tampoco en este caso pudo viajar porque no lograba obtener los documentos del Consulado.
La ministra del Interior de la Administración central, Nancy Faeser, ha responsabilizado a Baviera de los fallos en este caso, ya que “claramente algunas cosas fueron mal”. En rueda de prensa, la política socialdemócratas a emplazado a las autoridades bávaras a explicar por qué el solicitante de asilo seguía libre pese a tener antecedentes violentos.
“El Estado de derecho debe mostrar dureza. Eso incluye a las autoridades, la policía y la judicatura”, ha enfatizado Faeser al reclamar una mayor coherencia en la aplicación de las leyes actuales, antes de apuntar que el Gobierno de Olaf Scholz ya ha endurecido “en gran medida” las normas referentes a deportaciones y al control de armas.
El ataque ha vuelto a agitar en Alemania el debate político sobre la inmigración y el principal favorito para las elecciones de febrero, el conservador Friedrich Merz, ha vuelto a abogar este jueves por un endurcimiento de las leyes porque considera que “se ha llegado al límite”.
“Estamos ante la ruina de una política de asilo e inmigración equivocada en Alemania desde hace diez años”, ha denunciado Merz, quien ha subrayado que no está dispuesto a asimilar que los últimos ataques violentos perpetrados por inmigrantes son “la nueva normalidad”.
Merz ha anunciado que, si se convierte en canciller, ordenará en su primer día al Ministerio del Interior que introduzca controles permanentes en todas las fronteras y ha que la Policía pueda solicitar el arresto de todos los solicitantes de asilo cuya deportación esté pendiente.
Por su parte, la líder de la formación ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), Alice Weidel, ha solicitado la celebración de una votación en el Parlamento para ordenar el cierre inmediato de las fronteras. El partido figura segundo en los sondeos de intención de voto, sólo por detrás de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merz.
De hecho, Weidel ha instado a Merz a dejar a un lado el cordón sanitario y llegar a acuerdos tras las elecciones en materia migratoria.
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