MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
Aldeas Infantiles SOS incentivó la integración sociolaboral de 1.273 jóvenes en situación de vulnerabilidades en los últimos 12 meses, muchos de los cuales son chavales que han crecido en el sistema de protección y cuya mayoría de edad les obligó a enfrentarse a un proceso de emancipación “breve y acelerado”.
Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Juventud este viernes, la organización emitió un comunicado en el que reclamó apoyos para preparar la transición a la vida independiente de los jóvenes extutelados que incluyan ayudas para el estudio, acceso a capacitación, al mercado laboral y a la vivienda, y acompañamiento y atención psicológica.
Aldeas Infantiles SOS explicó que alrededor de 50.000 chavales crecen en el sistema de protección español, de los cuales 5.170 alcanzaron la mayoría de edad en el último año, lo que automáticamente pone fin a la medida de protección y marca el inicio de su independencia.
“Sin formación adecuada, sin redes familiares que les sirvan de apoyo para continuar con sus estudios y sin ayudas sociales, difícilmente podrán integrarse con éxito en la sociedad”, advirtió la ONG.
La organización subrayó que lo habitual es que estos jóvenes se enfrenten a un “tránsito breve y acelerado a la etapa adulta” al cumplir los 18 años, lo que les sitúa en una “clara desventaja respecto al resto de jóvenes y contribuye a su distanciamiento del sistema educativo y del mercado laboral, convirtiéndolos en uno de los grupos más vulnerables de la sociedad”.
Por ello, Aldeas Infantiles SOS prepara a los muchachos para su transición a la vida adulta y los acompaña más allá de la mayoría de edad, hasta que estén plenamente integrados en la sociedad y en el mercado laboral.
Lo hace a través de su Programa de Jóvenes, que tiene como objetivo que su proceso de emancipación sea más fácil, brindándoles las herramientas necesarias y las mismas oportunidades que tendría cualquier chaval de su edad.
Otras de sus iniciativas son el Proyecto de Tránsito a la Vida Adulta, que les prepara para abordar la siguiente fase de su vida; el Proyecto de Autonomía, que les proporciona ayuda una vez cumplidos los 18 años, ya sea de carácter residencial o educativo; el Programa de Jóvenes de Aldeas, que cuenta con un servicio de empleo que facilita su inserción laboral; el Proyecto de Emancipación, que ofrece a los jóvenes ya independizados apoyos puntuales de diversa índole, ya sean económicos, psicológicos o de ayuda en la búsqueda de empleo; dos talleres profesionales de automoción y de cocina; y el programa Preparados para Emanciparse, que les brinda un tránsito gradual a la edad adulta en la que los profesionales que los acompañan tengan la mejor capacitación posible.
A partir de su experiencia, la organización reclamó que el proceso de preparación para la vida independiente de los jóvenes tutelados comience “como mínimo” dos años antes de alcanzar la mayoría de edad.
Llegado ese momento, destacó la importancia de ofrecerles oportunidades de educación y formación profesional, acceso a servicios sociales, jurídicos y de salud, y una asistencia financiera adecuada. También recomendó asignar a cada joven un especialista que le acompañe en su camino a la independencia, y formar a los profesionales para esta labor.
Por último, propuso homogeneizar las ayudas que reciben los jóvenes en las distintas comunidades autónomas, alentar a los sectores público y privado a darles empleo y favorecer que aquellos con necesidades especiales puedan optar a servicios de apoyo que les permitan eludir una institucionalización innecesaria al llegar a la mayoría de edad.
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