MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
La Confederación de Alcohólicos, Adictos en Rehabilitación y Familiares de España (Caarfe) incidió este viernes en la importancia y la necesidad de estas personas de “curar la culpa y la vergüenza” que les provoca su adicción y de “reconectar socialmente”.
Así lo defendió su presidente, Ángel Jiménez, en el marco de la celebración de la VIII Convención Nacional de la confederación, que se celebra hasta el domingo en Matalascañas (Huelva) y que aprovechó para recordar que, cuando una persona está “en proceso” de rehabilitación, “no solo es importante comprender la enfermedad adictiva, expresar emocionalmente, curar la culpa y la vergüenza”, sino también “reconectar socialmente, aprender a vivir sin la sustancia, convivir y mucho más”.
“Este es el objetivo principal de la convención, un lugar donde toda la familia Caarfe pueda acompañarse y apoyarse entre iguales, con la ayuda mutua como base y el apoyo de profesionales de las adicciones como guía”, apostilló.
El programa de este evento incluye charlas informativas sobre trastornos adictivos, salud u ocio y, entre otros ponentes, la delegada de Andalucía de Stop Accidentes, María de los Ángeles Villafranca, abogó durante su intervención por la prevención mediante “una educación vial desde pequeños, enseñando valores de convivencia y respeto a las normas”.
A este respecto, la confederación subrayó que, cuando, además, la persona presenta un trastorno adictivo, los siniestros viales se pueden evitar, por ejemplo, “dejando el vehículo aparcado o utilizando otro medio de desplazamiento como un taxi o autobús”, al tiempo que hizo hincapié en que, según los datos aportados por la DGT, la primera causa de siniestros viales es el uso del teléfono móvil, seguido por el consumo de alcohol y el resto de drogas.
En este contexto, la profesional de Stop Accidentes aseveró que Caarfe puede contribuir a la prevención de los siniestros recordando a las personas que sean “conscientes” de que, cuando se conduce un vehículo, “es como si se llevara una máquina de matar, porque son las drogas las que controlan el vehículo y no la propia persona”.
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