“Notamos un pequeño cambio por el oro olímpico, pero somos unos aficionados comparados con otros países”, lamentó Fátima Gálvez
PARÍS, 26 (del enviado especial de EUROPA PRESS, Gaspar Díez)
El tirador Alberto Fernández, campeón olímpico junto a Fátima Gálvez en equipo mixto en Tokyo 2020, se declara “preparado” para revalidar la medalla, aunque en la competición individual, en los Juegos de Paris 2024, y para ello entrena más las situaciones límite a las que le somete su disciplina.
“Todos venimos preparados, con muchas ganas de empezar ya. No es momento de hacer reivindicaciones y sí de centrarnos en la competición. Fátima y yo llevamos más tiempo trabajando la parte mental. En mi caso es la que más trabajo porque tengo la cabeza para pasar el día intento tener la mente centrada en la competición”, dijo en una rueda de prensa telemática junto a Gálvez y los otros tiradores Soraya Rodríguez y Andrés García.
Alberto Fernández y Fátima Gálvez han derribado muros en el tiro olímpico español. Antes no existían ayudas para contar con preparadores físicos o psicólogos para tensar el estrés al que les somete su deporte. En esto pone el acento el madrileño, quien denunció que trabajan como profesionales, pero que no lo son porque lo es aquel que cobra.
“Y nosotros no tenemos un sueldo por tirar al plato. Trabajamos como cualquier profesional como en Italia, a los que no tenemos nada que envidiar, y yo le doy más mérito porque no tenemos esa ayuda de ser profesional. Me gusta más entrenar en situaciones más difíciles”, indicó.
Alejados del mundanal ruido de París y su Villa Olímpica, el equipo de tiro competirá en el Centro de Tiro Chateauroux, uno de los más modernos de Europa y ubicado en la ciudad homónima, a dos horas y cuarto en tren de la capital francesa. Un oasis para Fernández, que prefiere estar más aislado y estar a lo suyo. “Es una competición que preparas cuatro años, te gusta vivirla y estar ahí metido”, apuntó.
La desaparición de la competición mixta lo ve como algo positivo por dos motivos. “Una, que nos vamos a quedar con el récord olímpico de por vida, y otra que nos vamos a aprovechar de esa experiencia mixta. Es una pena no compartir la competición del mixto, pero también compartimos la estancia y la competición”, remarcó.
“HAY QUE REPONERSE DE UNA CATÁSTROFE”
Para Fátima Gálvez, las condiciones con las que llega a París son “las óptimas”. “Hemos hecho una gran temporada y creo que estamos preparados para dar el máximo en cada una de las series. Antes no se entrenaba la mente, sólo la parte técnica y ni siquiera la física. Ha habido un cambio de 180 grados. Ahora trabajamos la física, la técnica y la psicológica”, comparó.
El tiro al plato se ha profesionalizado en otros países durante muchos años, pero ellos se lo han tomado más en plan aficionado. “Sí que hemos notado un pequeño cambio a raíz de ganar la medalla olímpica, pero somos unos simples aficionados comparándolo con otros compañeros. Para mí son otros Juegos diferentes a los de Tokio, Brasil o Londres, pero la presión sigue estando ahí. Es una competición en las que participamos menos competidoras, pero son las mejores a nivel mundial”, comentó.
En sus cuartos Juegos, la cordobesa sí echa en falta estar en la ceremonia de inauguración de este viernes porque no sabe si van a ser sus últimos Juegos. “Y eso hay que vivirlo desde el minuto cero. Pero estoy cómoda y eso nos beneficia a la hora de competir. Ganamos una medalla y ésa no nos la puede quitar nadie”, reivindicó.
Para ello, lleva trabajando como Soraya Rodríguez como psicóloga desde 2019. “Igual que en tiro con arco hay que entrenar las pésimas y malas condiciones para saber reponerte de una catástrofe en una serie para luchar hasta el último plato. Se trata de sentirse cómoda dentro de la incomodidad”, resumió.
Para Andrés García, la preparación mental es “casi más importante que la física porque la cabeza es la que te juega malas pasadas”. “Estar tan lejos te quita la presión de tener a tanta gente”, manifestó. Y Mar Molnés incidió en que con el psicólogo se trabaja muchísimo para amoldarse a la competición. “Tenemos la suerte de que estamos a tres horas de la Villa Olímpica, que me han dicho que es superagobiante, para tener más tranquilidad y accesibilidad a los servicios”, celebró.
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