MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha informado este viernes de que al menos 40 migrantes han muerto y varios más han resultado heridos después de que un barco en el que viajaban se incendiara frente a Cabo Haitiano, en el norte de Haití.
Un total de 41 supervivientes fueron rescatados por la Guardia Costera de Haití y han recibido tratamiento médico, agua y comida, mientras que otros 11 han sido trasladados al hospital por quemaduras, según ha indicado la OIM en un comunicado.
“Este devastador acontecimiento pone de manifiesto los riesgos que enfrentan los niños, mujeres y hombres que migran a través de rutas irregulares, lo que muestra la necesidad vital de vías seguras y legales para la migración”, ha expresado el jefe de misión de la OIM en el país, Grégoire Goodstein.
En este sentido, ha argumentado que la situación socioeconómica de Haití, país que está “en agonía” debido al impacto de las actividades criminales de las pandillas, ha empujado a muchos a “recurrir a medidas desesperadas”.
El barco partió el miércoles con 80 personas a bordo desde Cabo Haitiano en dirección a Islas Turcas y Caicos, a 250 kilómetros. Desde el pasado 29 de febrero, la Guardia Costera haitiana ha advertido del aumento de salidas en barco desde el norte del país caribeño.
Según datos de la OIM, más de 86.000 migrantes han sido devueltos a Haití por los países vecinos este año. Los retornos forzosos han aumentado un 46 por ciento en marzo, alcanzando los 13.000 pese al aumento de la violencia y el cierre de aeropuertos.
El primer ministro de Haití, Garry Conille, declaró en un discurso a la nación esta semana el estado de emergencia en hasta 14 comunas controladas por pandilleros, a los que ha vuelto a instar a deponer las armas y a reconocer la autoridad estatal.
Alrededor de 600 policías kenianos de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad han llegado al país para ayudar al Consejo Presidencial de Transición (CPT) a establecer el orden y la seguridad en el país de cara a restaurar la normalidad democrática.
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