HRW denuncia que los paramilitares y el Ejército han adquirido armamento moderno fabricado en el extranjero
MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
Al menos 21 personas han muerto y otras 70 han resultado heridas como resultado de un ataque de artillería de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) sudaneses contra un mercado en la ciudad de Sennar, en el sureste del país, en el marco de los combates contra el Ejército por el control de la misma.
El balance ha sido confirmado por la ONG Red de Médicos Sudaneses, si bien fuentes consultadas por el diario ‘Sudane Tribune’ la cifra de fallecidos podría superar los 150, pues los disparos han alcanzado tanto el mercado de vegetales y pescado como una estación de transporte público y zonas residenciales.
Este bombardeo se ha producido como una respuesta a los ataques aéreos del Ejército contra posiciones de los paramilitares en el sur y el oeste del estado de Sennar, cuya capital, Singa, fue tomada por las RSF a finales de junio.
Además de en la mencionada ciudad, las RSF han intensificado recientemente sus ofensivas sobre las ciudades de Omdurmán y El Fasher, esta última capital del estado de Darfur Norte.
HRW DENUNCIA LA ADQUISICIÓN DE ARMAMENTO MODERNO EXTRANJERO
Por su parte, la ONG Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que los dos bandos, a los que considera como responsables de crímenes de guerra y “otras atrocidades”, han adquirido de forma reciente nuevas armas y equipos militares modernos de fabricación extranjera, según una investigación basada en vídeos publicados por combatientes de ambas partes.
“El conflicto de Sudán es una de las peores crisis humanitarias y de Derechos Humanos del mundo, en la que las partes beligerantes cometen atrocidades con impunidad, y es probable que las nuevas armas y equipos adquiridos se utilicen para cometer nuevos crímenes”, ha señalado el investigador principal sobre crisis, conflictos y armas de HRW, Jean-Baptiste Gallopin.
Los análisis de la ONG han mostrado que este armamento, entre los que hay drones, inhibidores de drones, misiles guiados antitanque, lanzacohetes y municiones de mortero han sido fabricados en China, Irán, Rusia, Serbia y Emiratos Árabes Unidos (EAU), si bien no se ha podido determinar la forma en que han adquirido estos equipos.
Es por ello por lo que ha instado al Consejo de Seguridad de la ONU a renovar y extender el embargo de armas y sus restricciones de la región de Darfur a todo el país durante la votación que se llevará a cabo el próximo 11 de septiembre.
“El régimen de sanciones se estableció en 2004, cuando Darfur era el epicentro de un conflicto con violaciones generalizadas de los derechos humanos, crímenes de guerra y limpieza étnica. Desde abril de 2023, el nuevo conflicto afecta a la mayoría de los estados de Sudán, pero los miembros del Consejo de Seguridad aún no han tomado medidas para ampliar el embargo de armas a todo el país”, ha añadido HRW.
El conflicto entre las RSF y el Ejército estalló en abril de 2023 en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 de Omar Hasán al Bashir, dañada por el golpe de Estado de octubre de 2021, en el que fue derrocado el primer ministro de unidad, Abdalá Hamdok.
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