MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
El líder militar de Sudán, Abdelfatá al Burhan, ha destacado que Jartum y Adís Abeba “están de acuerdo sobre todos los asuntos” relativos a la presa que construye Etiopía en el Nilo Azul, fuente de tensiones durante los últimos años entre las autoridades etíopes y los países río abajo.
Al Burhan ha afirmado durante un encuentro con el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, en el marco de su visita a Jartum que ambos países deben “fortalecer la cooperación y la coordinación conjunta”, después de que durante los últimos meses se hayan registrado además tensiones fronterizas.
Así, ha incidido en que “los documentos, mecanismos técnicos y el diálogo representan la referencia principal” para resolver la disputa fronteriza, al tiempo que ha apoyado el proceso de paz entre Etiopía y el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) con el objetivo de poner fin al conflicto que estalló en noviembre de 2020.
Abiy ha trasladado además a Al Burhan que la Gran Presa del Renacimiento “no causará ningún daño a Sudán, sino que será beneficiosa en el campo de la electricidad”, al tiempo que ha apostado por “recurrir a los documentos firmados” para resolver el diferendo fronterizo.
Tras el encuentro, Sudán y Etiopía han publicado un comunicado conjunto en el que destacan “la eternidad y profundidad de las relaciones históricas entre los pueblos de ambos países y la necesidad de preservarlas y desarrollarlas”.
“Las dos partes han enfatizado la necesidad de abordar los asuntos bilaterales a través del diálogo y el entendimiento, incluidos los asuntos de la Gran Presa del Renacimiento y las fronteras, en línea con los mecanismos existentes”, destaca el documento.
En esta línea, Jartum y Adís Abeba han expresado su “compromiso” con “una consulta y reflexión continua sobre todo lo relativo a los asuntos bilaterales y una coordinación conjunta en asuntos regionales e internacionales, según ha recogido la agencia estatal sudanesa de noticias, SUNA.
La visita de Abiy a Jartum, la primera desde 2020, ha tenido lugar dos semanas después de que los gobiernos de Sudán y Egipto acordaran continuar sus consultas respecto a la presa, sin que por ahora estos tres países hayan logrado cerrar un pacto que ponga fin a sus tensiones.
Los gobiernos de Egipto, Etiopía y Sudán alcanzaron en enero de 2020 un principio de acuerdo sobre los principales puntos de disputa en torno a la construcción de la presa y se comprometieron a firmar el documento final a finales de febrero, si bien Adís Abeba abandonó las conversaciones antes de firmar el acuerdo, algo que sólo hizo El Cairo.
Etiopía, que está financiando en solitario el proyecto y espera convertirse en el mayor generador y exportador de electricidad del continente, rechaza estas acusaciones. Las obras están siendo llevadas a cabo en la región de Benishangul-Gumaz y, una vez finalizadas, la presa será la más grande del continente.
En lo relativo a la frontera, Etiopía y Sudán han protagonizado varios enfrentamientos durante los últimos meses, mientras que Adís Abeba ha llegado a acusar al país vecino de respaldar al TPLF en el marco del conflicto en Tigray.
El epicentro de estos combates ha sido la zona de Fashaga, a pesar de que ambos países iniciaron en diciembre de 2020 los trabajos sobre la demarcación de la frontera tras varios incidentes, que giraron en torno a la presencia de agricultores etíopes en territorios sudaneses, un hecho que fue tolerado de forma tácita por el expresidente sudanés Omar Hasán al Bashir.
Las autoridades sudanesas surgidas del acuerdo tras el golpe de Estado que derrocó en abril de 2019 a Al Bashir mantienen una postura diferente y reclaman la salida de la zona de estos agricultores, lo que ha provocado un incremento de las tensiones con Etiopía.
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