MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Más de 3.600 millones de personas en el mundo carecen de acceso a un adecuado saneamiento y depuración del agua e incluso carecen de un wc, según alerta la Organización de Naciones Unidas con motivo de la celebración del Día Mundial del Retrete que se celebra este sábado.
La efeméride se celebra desde 2013 para concienciar de la importancia de la crisis mundial de saneamiento y este año la campaña de la ONU lleva el lema ‘Hacer visible el recurso invisible’.
El objetivo es poner de manifiesto las consecuencias nocivas provocadas por una gestión insegura del saneamiento. La deficiencia de los sistemas de depuración ocasiona daños medioambientales, sobre todo, en los recursos hídricos subterráneos de las comunidades más pobres y marginadas, según apunta en un comunicado la empresa de gestión de aguas, Aqualia.
Los países en vías de desarrollo son los que más acusan esta carencia en forma de millones de fallecimientos debido al consumo de agua insalubre, un saneamiento inseguro y una higiene deficiente. Según los datos aportados por UNICEF en el año 2021, diaramente más de 800 niños menores de cinco años perdieron la vida a causa de diarreas derivadas de la insanas condiciones del agua.
Cabe señalar, tal y como indicó la ONU en el año 2019, que las aguas subterráneas proporcionan la mitad del agua extraída para el uso doméstico, incluyendo la gran mayoría del agua potable utilizada en las zonas rurales. Además, los recursos hídricos del subsuelo representan el 99% de todo el agua líquida del planeta.
Actualmente, el principal problema de la contaminación de los sistemas de saneamiento público ya no deriva unicamente de los vertidos industriales, sino que, cada vez con mayor frecuencia, se asocia a los relacionados con el consumo y prácticas asociadas al consumo doméstico, muchos de los cuales apenas poseen capacidad para ser depurados en las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR).
En Europa, el mayor impacto negativo lo generan los productos de uso doméstico (toallitas húmedas, bastoncillos y otros téxtiles) arrojados en las infraestucturas de los servcios de agua urbana. Desechar, por ejemplo, toallitas húmedas por el retrete supone un sobrecoste de entre 500 y 1.000 millones de euros en los países de este continente, según las estimaciones de la federación europea de asociaciones de servicios de agua EurEau.
A nivel nacional, la Asociación Española de Abastecimiento de Aguas y Saneamiento(AEAS) calcula que España, por este mismo motivo, sufre pérdidas próximas a los 200 millones de euros anuales, suponiendo esto un aumento de entre un 4 y un 6 por ciento de los costes de gestión del ciclo integral del agua. El trabajo de mantenimiento y reposición de las redes realizados diariamente por empresas especializadas incide en que este problema no suponga un factor de gravedad para la salud y bienestar de los ciudadanos.
La celebración de este día también pretende instar a los gobiernos a confeccionar medidas que permitan alcanzar en el plazo establecido el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (saneamiento y agua limpia antes de 2030), al mismo tiempo que hace un llamamiento a los Estados a reconocer en sus planes hídricos la directa relación entre el saneamiento y las aguas subterráneas.
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