Julio de 2024 entra en el ‘top 5’ de los más cálidos en muchas estaciones del interior peninsular
MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El mes de agosto arranca con un alivio térmico, después de un mes de julio “muy cálido, llegando a ser incluso extremadamente cálido en algunas zonas del interior”, según informa eltiempo.es.
Así, este julio de 2024 se cuela en el ‘top 5’ de los más cálidos en áreas del interior. En cuanto a precipitaciones, ha sido un mes aún más seco de lo que suele ser habitual.
Por otro lado, agosto comienza con previsión de alivio térmico tras ser este jueves el último día de la tercera ola de calor del verano.
Una vaguada va a llegar desde el Atlántico y cruzará la Península hacia el este en la jornada del viernes. Esto va a favorecer que se formen chubascos y tormentas localmente fuertes en algunos puntos.
Si bien junio de este año marcó un inicio de verano normal e incluso fresco en algunas zonas, la realidad es que julio ha cambiado las tornas. Este último mes ha terminado de cálido a muy cálido en casi todo el país.
Las mayores anomalías positivas se han concentrado en el interior, con variaciones en las temperaturas medias que han superado los 2ºC. La más alta, la de Teruel, con +2,3ºC.
También sobre los 2ºC se encuentran otras ciudades como Cuenca, Ciudad Real, Ávila o Lleida. En el otro extremo están las estaciones con anomalías muy bajas e incluso negativas (Sevilla). Las ciudades del oeste andaluz, en general, no han tenido un verano muy cálido.
Este julio de 2024 ha sido uno de los cinco más cálidos en amplias estaciones del interior peninsular. En Cuenca, por ejemplo, es el cuarto julio más cálido desde 1961.
Desde eltiempo.es destacan que de los quince julios más cálidos, diez se han dado desde el 2010, y de los restantes, sólo uno es anterior al año 2000. En Ciudad Real, desde 1971, julio de 2024 se coloca como el terceo más cálido, empatado con 2023.
Este mes no destaca en la mayor parte del país por las lluvias, ya que es uno de los dos meses más secos del año. Sin embargo, este año ha sido, en general, aún más seco de lo normal.
En amplias zonas del país no ha llovido ni siquiera lo poco que suele ser normal. Ha habido episodios tormentosos, pero han tenido carácter local y no pueden registrarse en las estaciones empleadas.
Las excepciones del sur del país, como Sevilla o Málaga, se deben a que ha llovido muy poco, pero ya es más que lo que suele caer en este pasado mes. En Teruel, por ejemplo, la anomalía positiva refleja un acumulado abultado: han caído 63,4 mm cuando lo normal son 23,9 mm.
ESTE JUEVES, ÚLTIMO DÍA DE LA OLA DE CALOR
Este jueves, 1 de agosto, será el último día de la tercera ola de calor y las zonas más afectadas estarán en el este peninsular, pero también en el sur y puntos de Baleares.
Los 42ºC ó 43ºC podrán superarse en el interior de Andalucía, sureste de Castilla-La Mancha e interior de Murcia y de la Comunidad Valenciana. Los 40ºC se superarán en el valle del Ebro, interior de Cataluña y de Mallorca.
Sin embargo, habrá descensos por el norte peninsular y en el valle del Ebro principalmente. Un descenso que será casi generalizado el viernes con la vaguada cruzando la península y con la llegada de una masa de aire más fría desde el Atlántico.
Los expertos señalan que el viernes ya no se esperan cumplir los requisitos de ola de calor y prevén que este jueves ya podrán formarse chubascos y tormentas en Galicia, la cornisa cantábrica y Pirineos, pero el viernes será un día más inestable, ya que se formarían chubascos tormentosos en la Cantábrica, Castilla y León y no se descartan en Madrid.
Con el paso de las horas, las precipitaciones llegarán a La Rioja, Navarra. A partir del mediodía, podrán producirse en Aragón, interior de Cataluña y de la Comunidad Valenciana. Las más fuertes podrán ir acompañadas de fuertes rachas de viento y con granizo, y se esperan en el este de Teruel, interior de Castellón y norte de Cataluña.
De cara al fin de semana, la estabilidad volverá a imponerse en la mayor parte del país, mientras que las temperaturas comenzarán un nuevo ascenso que podría tener continuidad durante los primeros días de la próxima semana.
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