El cineasta lamenta que hombres trans “no existen” en la sociedad y asegura que las Unidades de Identidad de Género son una deuda “pendiente”
MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El cineasta Afioco Gnecco, nominado en la 39ª edición de los Premios Goya por su cortometraje documental ‘Ciao Bambina’, reconoce que ganar el próximo 8 de febrero sería un “hito” porque ninguna persona trans ha conseguido alzarse con ningún ‘cabezón’, pero tiene claro que “ayudar a personas es el mejor galardón”.
“Lo que más me está gustando es ayudar a las personas, que es el mejor galardón. También hay gente que no está familiarizada con el tema o que no está de acuerdo con nuestra propia existencia, pero se acercan y me dicen ‘si esto lo hubiera visto antes, pensaría de otra manera’ o ‘ahora lo entiendo’, es algo maravilloso”, ha asegurado en una entrevista con Europa Press.
Su producción, dirigida junto a la actriz Carolina Yuste, es candidato al Goya en la categoría de Mejor cortometraje documental, una sección que comparte con ‘Els buits’, ‘Las novias del sur’, ‘Los 30 (no) son los nuevos 20’ y ‘Semillas de Kivu’. “Si ganamos sería un hito y un abrazo a todo el colectivo. Aunque si gana ‘Els buits’ también me alegraré mucho porque son disidentes de género. El hecho de que ganen mujeres o personas no binarias o trans es positivo. Está cambiando la narrativa y cualquier película que no sea normativa me parece bien”, ha manifestado.
Gnecco muestra su proceso de transición a hombre en ‘Ciao Bambina’ y celebra que su cortometraje cambie “barreras ideológicas”. “Creo que si todo esto pasa, mal no lo estamos haciendo”, subraya. El realizador desvela que hay muchos “chiques” trans que se han visto reconocidos y para los que el documental ha supuesto “un abrazo”.
“Nos han escrito mogollón diciéndonos que se han visto reconocidos, Yo creo que esta narrativa era bastante necesaria, por lo menos para mi. Es un corto que yo hubiese necesitado ver de pequeño porque así no hubiese tardado tanto en saber quién era”, ha afirmado.
Gnecco relata en el corto que ha dejado de ir a la piscina y al mar –pese a que le encanta– por los cambios que ha experimentado su cuerpo en el último año. “Ahora todo el mundo sabe de mi vida. Estoy asimilándolo y con mucha terapia. En ningún momento he sido consciente de la magnitud que iba a coger esto”, admite.
En el corto también hace mención a la primera cita que tuvo con el endocrino, al que mandó “a la mierda”, y quien le realizó el “test de vida”. “Te preguntan cosas absurdas que se supone que miden tu masculinidad o tu feminidad. Te preguntan ‘si de pequeño jugabas al fútbol’, ‘si usas calzoncillos’, ‘qué colores te gusta’… ¿En serio eso va a determinar qué tanto hombre soy”, lamenta y añade que “colapsó” y se fue de la consulta.
“Yo tengo historias de amigues trans que empezaron con su medicación hace tres, cuatro o cinco años y que les han dicho profesionales médicos: ‘A ver cómo caminas, a ver si eres suficientemente mujer’. Que te hagan esas cosas, me parece de una violencia extrema”, denuncia.
El título ‘Ciao Bambina’ hace alusión a la despedida mediante una carta que le ayudó a “hacer las paces con la persona que era anterior”. “Me metía mucho con ella, pero esa persona es la que me ha traído hasta aquí. Le tenía que dar las gracias. El corto está sirviendo como terapia, muy cara, pero terapia”, dice entre risas.
“TE SIGUEN HABLANDO EN FEMENINO CUANDO ERES UN HOMBRE”
Por otro lado, Gnecco apunta a que en España falta “muchísima” información en torno a los cambios de género, al mismo tiempo que reconoce que la Ley Trans ha ayudado a lograr avances, aunque hay profesionales que a las personas trans les tratan con un pronombre con el que no se identifica.
“No sé si por desconocimiento, falta de empatía o simplemente que no están de acuerdo con los cambios de género, hay algunos que te siguen tratando en femenino cuando a lo mejor ya tienes barba. Es algo absurdo”, ha comentado.
Asimismo, reprocha el trato cuando acude al ginecólogo, ya que considera que el sistema “colapsa”. “En el ginecólogo ya es la risa. Una vez que te cambias el DNI, ya eres hombre. Con lo cual, el sistema colapsa porque no te pueden mandar a ginecología”, desvela.
El realizador ensalza la labor que han realizado en los últimos años Cataluña o País Vasco, para permitir a las personas trans centros especializados con profesionales que “no te hablan en femenino o directamente te hablan mal”. Sin embargo, ella reside en Madrid, donde considera que hay tarea pendiente respecto a las personas trans, si bien confiesa que ha cambiado “muchísimo”.
MACHISMO
Durante la entrevista, Afioco Gnecco señala que en torno a los hombres trans existe “machismo”, puesto que las operaciones están más avanzadas para las mujeres trans, algo que considera que se debe a que están “sexualizadas”. “Es una cosa que al patriarcado le interesa. Pero nosotros seguimos siendo el último mono y estamos a la cola de todos los movimiento sociales”, ha lamentado.
En este sentido, critica que socialmente se asocia el movimiento trans a las mujeres y denuncia que los hombres trans están “totalmente invisibilizados”, al mismo tiempo que agrega que las mujeres “sufren mucha más violencia”.
“Cuando llevas un año o dos en hormonas, ya te camuflas muy bien y subes tu privilegio. Ya no tienes a tíos pesados alrededor, nadie te dice nada por las noches y puedes volver seguro a tu casa”, ha apuntado.
No obstante destaca que él era muy activista cuando era mujer, por lo que “ahora no podía dejar de hacerlo”. “Falta que estemos en el plano mundial porque no existimos. La frase de que si no sale en la tele no existe es real. Las chicas han estado en muchos más proyectos audiovisuales y han sido protagonistas de muchas más historias”, clama.
UNIDADES DE IDENTIDAD DE GÉNERO, UNA DEUDA PENDIENTE
Por último, Afioco Gnecco ha hecho un llamamiento por la defensa de la sanidad pública y ha defendido que las personas trans “tienen el mismo derecho que cualquier persona a estar en la seguridad social”. “Pago mis impuestos como cualquiera y tengo el mismo derecho que alguien que es diabético y que necesita sus cosas para vivir”, subraya.
“Creo que cada persona tiene su particularidad para existir. Si yo no hubiese transitado y no tuviese mis hormonas, igual yo me hubiese tirado por la ventana”, ha reconocido.
En este sentido, argumenta que las Unidades de Identidad de Género son una deuda pendiente con las personas trans y espera que haya más ayudas para lograr mejores avances y se cubra más tratamiento. “No creo que sea algo cuestionable que se saque de la sanidad”, apostilla.
“Los cambios de género son operaciones que salvan vidas. Hay personas con un nivel de disforia de género tan alta que son capaces de suicidarse o mutilarse el cuerpo. Creo que es vital que se cubra por estas cosas”, ha pronunciado. Además, señala que la lista de espera para las chicas son de cinco años y la de los chicos son de dos, por lo que “muchos acaban pidiendo préstamos o prostituyéndose” para operarse antes.
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