MADRID, 09 (SERVIMEDIA)
El profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Ferran Lalueza ha alertado de que las ‘cuentas adolescentes’ en redes sociales limitarán el acceso a contenido sensible, pero las nuevas funcionalidades podrían ser insuficientes ante la adicción y la creación de perfiles múltiples por parte de los menores.
Así lo destacó ante el anuncio de que en enero de 2025 Instagram hará privadas las cuentas de los menores, solo podrán estar en contacto con personas que conozcan, verán restringido el acceso a contenidos sensibles y tendrán una limitación de tiempo de uso; serán las llamadas “cuentas de adolescente”.
“Las medidas que acaba de anunciar Instagram quedan en papel mojado si no hay ningún sistema efectivo de verificación de la edad que garantice que la persona tiene la edad que dice tener”, explicó. Hay que tener en cuenta que precisamente España es el país donde antes se empieza a utilizar Instagram. El 65% de los niños entre 13 y 15 años ya acceden a esta red social, según datos de Qustodio 2024.
Entre otras nuevas medidas, la aplicación enviará una notificación al menor cuando haya superado los 60 minutos de conexión. “No perdamos de vista que solo es un aviso, y, por lo tanto, si el adolescente está realmente enganchado a la red, como es bastante habitual, desgraciadamente, pues seguramente no tendrá ninguna efectividad y seguirá navegando por la red y conectándose y consumiendo contenidos más allá del tiempo marcado”, explica Lalueza. Según datos de Qustodio, Instagram es la segunda red social (después de TikTok) más utilizada por los menores españoles, con 71 minutos al día, un 27% más que en 2022.
Meta ha implementado una configuración más restrictiva que limita el acceso a contenidos sensibles, como la violencia o mensajes que podrían afectar negativamente la autoestima.
Los expertos apuntan a la necesidad de que las autoridades y los poderes públicos hagan un esfuerzo importante y global para tener una regulación que sea realmente efectiva y que obligue a las redes sociales, más allá de los movimientos de cara a la galería o de las acciones más o menos voluntaristas, a ocuparse de la protección de los menores. “Hay que fomentar la educación mediática: tanto padres, madres y tutores/as como los/las menores deben conocer y entender los riesgos y las herramientas disponibles para tener una navegación y una experiencia lo más segura posible en las redes sociales”, añadió la profesora de los estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC e investigadora del Grupo GAME, Silvia Martínez.
“Los mecanismos actuales para crear perfiles no resultan fiables en tanto que los nuevos usuarios pueden dar datos falsos. De hecho los menores pueden fácilmente engañar al sistema y mentir sobre su edad. De esta forma se pueden ver expuestos a ciertos contenidos no apropiados para ellos y sin la protección que ofrecen ciertas medidas o filtros”, advirtió Martínez.
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