MADRID, 31 (SERVIMEDIA)
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, envió este lunes sus “condolencias y “un fuerte abrazo” a los familiares de las personas fallecidas por un accidente laboral registrado en una mina de Cerredo (Zarréu), en Asturias.
“Envío mis condolencias y un fuerte abrazo a los familiares de las víctimas mortales del accidente ocurrido en la mina de Zarréu. También mis deseos de pronta recuperación a quienes han resultado heridos”, apunta Aagesen en un mensaje en las redes sociales.
Al menos cinco personas han fallecido y otras tres han resultado heridas de diversa consideración en un siniestro laboral registrado en una mina de Cerredo (Degaña), en Asturias.
El Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), recogiendo los datos facilitados por el Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU), informó del accidente, en el que han fallecido hasta el momento cinco personas, y tres han resultado heridas, una de gravedad. Además, se busca a más posibles desaparecidos.
Dos de los heridos fueron trasladados al Centro de Salud de Villablino, en León y desde allí a los centros hospitalarios de referencia, uno en el helicóptero sanitario de la comunidad vecina y el otro en una ambulancia de soporte vital básico.
El tercer herido fue trasladado en la ambulancia de soporte vital básico al Hospital Carmen y Severo Ochoa de Cangas del Narcea. Dos trabajadores presentes en el momento del suceso resultaron ilesos.
El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, explicó en sus redes sociales que había sido informado del accidente estando en el Consejo de Gobierno y envió su pésame a las familias.
También añadió que se encontraba de camino a Degaña para desplazarse al Puesto de Mando Avanzado, donde ya se encontraban la delegada del Gobierno, Adriana Lastra, la consejera Belarmina Díaz, y el director general de Cooperación Local y Seguridad, Jorge Olmo.
Asimismo, Barbón anunció que ha ordenado la declaración de dos días de luto oficial en el Principado de Asturias, “como muestra de respeto por las personas fallecidas”.
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