MADRID, 03 (SERVIMEDIA)
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en funciones, José Luis Escrivá, avanzó este jueves que las obras para reconvertir la antigua base militar de Aitana, radicada en la provincia de Alicante, en un centro de acogida de refugiados comenzarán “a finales de año” y explicó que se prevé que esta instalación comience a funcionar “a mediados de 2025”.
Lo hizo en declaraciones a los periodistas antes de visitar los terrenos que ocupa la referida base, en las que destacó que ha mantenido una reunión con el subdelegado del Gobierno en Alicante, Carlos Sánchez, y con los alcaldes de los municipales cercanos a la Sierra de Aitana para explicarles el proyecto de convertir las instalaciones militares en un centro de atención internacional de refugiados gestionado por el Ejecutivo.
Escrivá atestiguó que “el proyecto es ya una realidad”, como lo corrobora su adscripción al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y su pertenencia a una estrategia de largo alcance del Gobierno para desarrollar un centro que refuerce “la capacidad de acogida” por parte de España de personas procedentes de Afganistán y Ucrania, que arrastran “dramas desde un punto vista humanitario y de derechos humanos”.
En ese sentido, reseñó que estas personas, a su vez, “nos ayudan, por su gran capacidad de emprendimiento” y “estabilizan población donde hay problemas”.
José Luis Escrivá confirmó que el Gobierno movilizará 25 millones de euros para acometer la obra –“la inversión más importante que haya tenido la provincia” de Alicante, deslizó-, y detalló que el próximo miércoles se abrirán los sobres de la licitación de los trabajos, para cuya acometida se han postulado cinco empresas.
Añadió que este mes de agosto se resolverá el concurso que determinará cuál de las supradichas compañías realizará las obras, cuyo comienzo está previsto que se verifique “a finales de año”, para su puesta en marcha “a mediados de 2025”.
Además, Escrivá anunció que en agosto miembros del Comité Olímpico Español (COE) acudirán a la base de Aitana para “ver qué tipo de equipamientos deportivos se pueden desarrollar para refugiados y migrantes”, a los cuales garantizó “condiciones de acogida máxima”.
También arguyó que el establecimiento del centro de acogida auspiciará la creación de 100 empleos directos y “muchos más” indirectos, lo que lo convertirá en un “elemento dinamizador” de la zona donde se radicará.
Puso de manifiesto que las instalaciones tendrán una capacidad máxima para 600 personas, calculándose que en ellas habrá siempre una población que oscilará entre 200 y 300 individuos.
Por último, rechazó que el establecimiento de un centro de estas características pueda ser foco de inseguridad en la zona y de inquietud para sus habitantes, puesto que los migrantes y los refugiados son “gente fantástica, emprendedora”, que huye de “realidades durísimas”. “No hay nada más humano y útil que acoger a personas en estas características. Ningún problema; al contrario, es un elemento de satisfacción para todos”, remachó.
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