MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Al menos 15.000 civiles han tenido que abandonar sus viviendas ante nuevas operaciones realizadas por la milicia Pyu Saw Htee, afín a la junta militar que gobierna el país desde el golpe de Estado de febrero de 2021, en la región de Sagaing, en el centro del país.
A los milicianos se han sumado cerca de un centenar de efectivos de las Fuerzas Armadas birmanas, que han llevado a cabo redadas en varias localidades de la zona, según han indicado varias organizaciones de ayuda humanitaria, como Jin U Information.
Las tropas y los milicianos desplegados han abierto fuego en las inmediaciones de la escuela de Inn Pat, en Jin U, donde 200 residentes han tenido que buscar refugio y uno ha fallecido en el acto tras recibir un disparo.
La población local ha destacado que, afortunadamente, no se han producido bombardeos contra zonas de gran densidad de población, algo que podría haber dejado un alto número de víctimas, según ha señalado un residente en declaraciones al portal de noticias Irrawaddy.
La mayoría de los residentes de Inn Pat han huido de la zona porque se encuentra a tan solo 300 metros de una base militar. La localidad ha sido golpeada por los ataques del Ejército en cuatro ocasiones y al menos 200 viviendas han sido incendiadas.
No obstante, algunos residentes de Jin U han vuelto a sus casas, si bien todavía hay muchos que no se atreven a volver. Por ello, las organizaciones reclaman más asistencia para los miles de civiles de estas zonas que han abandonado sus viviendas en el último año.
Birmania se ha visto sumida en una grave crisis desde el golpe de Estado de febrero de 2021 y, según estimaciones de Naciones Unidas, más de 560.000 personas se han visto obligadas a desplazarse a causa de la violencia.
El Gobierno de Unidad Nacional declaró en septiembre de 2021 “una guerra defensiva popular” contra la junta militar y pidió a los ciudadanos “de todos los rincones del país” que se rebelaran contra los golpistas que tomaron el poder.
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