(Información remitida por la empresa firmante)
-La Dieta Mediterránea no solo incluye la dieta en sí, sino que se trata de un estilo de vida que contempla también la forma de comer, los tipos de cocción o incluso el ejercicio y la socialización
-La alimentación ha de verse como un fenómeno complejo donde se entrecruzan las apetencias, las costumbres y la cultura, los hábitos, y la nutrición
-Un punto importante y diferenciador de la Dieta Mediterránea es el uso de las bebidas fermentadas de baja graduación, como la cerveza, cuyo consumo moderado se ha asociado con la mejora de la microbiota intestinal, gracias a sus componentes bioactivos como los polifenoles
Bilbao, 17 de octubre de 2024. La dieta Mediterránea es un tesoro de nuestra cultura que hay que mantener y fomentar dados los múltiples beneficios asociados con su consumo. Hoy día, con una sociedad cada vez más concienciada sobre la necesidad de cuidar su salud, muchas veces se cae en el error pensar que llevar una Dieta Mediterránea es simplemente seguir un patrón alimenticio. Sin embargo, la Dieta Mediterránea es un poliedro con múltiples caras que no solo incluye la dieta en sí, sino que se trata de un estilo de vida en el que han de contemplarse otros aspectos igual de importantes como la forma de comer, los tipos de cocción o incluso el ejercicio y la socialización asociados.
“En un mundo en el que la incidencia de enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2 o la obesidad no dejan de aumentar, es fundamental promover un estilo de alimentación saludable y sostenible, así como la realización de ejercicio físico o prácticas para el bienestar emocional, siempre desde el equilibrio” ha declarado la Dra. Isabel Moreno de Indias, investigadora del grupo “Obesidad, diabetes y sus comorbilidades: prevención y tratamiento” del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA), Plataforma BIONAND (Málaga) y miembro del grupo del CIBEROBN del Instituto de Salud Carlos III. “Sin embargo, existe mucha desinformación al respecto. La población considera que sigue una Dieta Mediterránea, sin tener claro qué pautas ha de seguir, olvidando los aspectos relacionados con el estilo de vida y muchas veces cayendo en modas sin base científica.”
De Dieta Mediterránea, estilo de vida y más se ha debatido hoy en la primera jornada del Congreso de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), que tiene lugar entre hoy y mañana en Bilbao. Un encuentro bianual que ha congregado un año más a cientos de profesionales sanitarios de diversos ámbitos y puntos de España, y en el que la especialista ha participado con una ponencia magistral sobre los beneficios asociados al patrón de vida mediterráneo y la evidencia científica que los sustenta.
“Respecto a su faceta dietética, esta dieta es rica en productos vegetales, muy diversa y equilibrada, proveyendo un alto abanico de componentes bioactivos al organismo que han demostrado tener múltiples beneficios para los consumidores, muchos de ellos a nivel cardiovascular” ha explicado la experta. Sobre los mecanismos que podrían influir de forma positiva en nuestro organismo, un factor que en los últimos tiempos está alcanzando relevancia es la microbiota intestinal, el conjunto de microorganismos que pueblan nuestro intestino y que se comporta como un órgano con múltiples funciones en la homeostasis del hospedador.
Sobre ello precisamente investiga el grupo que dirige Isabel Moreno, y cuyos estudios ha compartido hoy con los expertos en nutrición asistentes al Congreso. “En cuanto a los productos incluidos en la Dieta Mediterránea, un punto importante y diferenciador es el uso de las bebidas fermentadas de baja graduación, principalmente el vino y la cerveza. Estos productos son una parte crucial de este patrón. Su consumo se ha asociado con la mejora de por ejemplo el síndrome metabólico, y esto se ha relacionado con cambios en la microbiota intestinal y una mejora de la permeabilidad intestinal o de la endotoxemia, gracias a sus componentes bioactivos, como los polifenoles, si bien aún tenemos que seguir investigando para conocer exactamente los mecanismos por los que esto sucede” ha declarado la Dra.
El consumo de cerveza, y de sus componentes en particular, también se ha relacionado con mejoras en el metabolismo del hospedador a través de su microbiota intestinal1. “Estas relaciones han abierto la posibilidad de desarrollar cambios en las formulaciones de las bebidas fermentadas de baja graduación alcohólica para fomentar esa interacción positiva con la microbiota intestinal, y mejorar la salud de las personas” ha señalado la Dra. Moreno.
Aunque igual de importante es la selección de alimentos como el modo de consumo. Respecto al consumo de bebidas fermentadas, la experta ha enfatizado que ha de ser responsable y moderado y/o esporádico, acompañado de alimentos y siempre que no exista alguna condición que lo contraindique. “En el caso de la cerveza, conviene recordar que debe realizarse siempre en el contexto de una dieta mediterránea y un estilo de vida equilibrado, acompañado de hábitos dietéticos saludables y ejercicio, y nunca superando las cantidades máximas de ingesta estimadas para estos consumidores adultos sanos son de 200-300 ml/día para las mujeres y 400-600 ml/día para los hombres. Y si podemos disfrutarla socializando en buena compañía, todavía mejor.2”
Foro para la Investigación de la Cerveza y Estilos de Vida
El Foro para la Investigación de la Cerveza y Estilos de Vida (FICYE) es una entidad que pretende ahondar en el conocimiento de la cerveza, impulsando y compartiendo la investigación científica sobre el producto, su consumo moderado y su relación con el estilo de vida; recordando siempre que el consumo abusivo de alcohol es perjudicial y, por lo tanto, no tiene cabida en un estilo de vida saludable. Para más información, consultar nuestra web:*http://www.ficye.es**
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