Se podrían salvar 10.500 vidas en las carreteras europeas. La iniciativa busca avanzar en una movilidad segura, sostenible y conectada. La reducción de la siniestralidad se lograría mediante mejoras en los vehículos y la infraestructura, siguiendo los principios del sistema seguro. La iniciativa presentada está alineada con la Estrategia de Seguridad Vial nacional.
La Dirección General de Tráfico considera beneficiosa para la seguridad vial la propuesta dada a conocer el jueves por la Comisión Europea en la que se incluye un paquete de medidas entre las que se encuentra un marco de políticas de seguridad vial para 2021-2030, medidas de mejora de vehículos e infraestructuras y propuestas para una movilidad conectada y automatizada, entre otras. Según Gregorio Serrano, "la seguridad de todas las partes del sistema debe ser mejorada –carreteras, vehículos y comportamientos–, de forma que si una de ellas falla, el resto pueda compensar ese error. Esta idea está alineada con la actual Estrategia española de Seguridad Vial “. El marco de las políticas de seguridad vial europea se basa en el enfoque de la Visión Cero y el Sistema Seguro, proponiendo un objetivo de reducción del número de muertes del 50% entre 2020 y 2030. El Sistema Seguro, recogido en la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 y reconocido por organismos Internacionales como la Organización Mundial de la Salud y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, acepta que el ser humano comete errores y busca evitar que estos errores provoquen muertes o lesiones graves. En materia de seguridad de los vehículos, la Comisión propone incrementar la presencia en el parque de importantes sistemas de seguridad, valorando la obligatoriedad de, entre otros, el control inteligente de la velocidad, el frenado autónomo de emergencia y el asistente de cambio involuntario de carril. La Comisión estima que estos sistemas podrían evitar 7.300 muertes en diez años. Respecto a la seguridad de la infraestructura, la Comisión aboga por definir un marco que facilite la clasificación de las carreteras de forma coherente en consonancia con su diseño, funcionalidad y velocidad. También propone introducir sistemas de evaluación proactiva, aumentando la tipología de carreteras evaluadas y la importancia de la seguridad de los usuarios vulnerables, medidas todas ellas que según la Comisión podrían evitar 3.200 muertes en diez años. La Comisión Europea ha anunciado que estas medidas serán apoyadas con una convocatoria de ayudas a proyectos que contribuyan a la mejora de la seguridad vial en los Estados miembros, la digitalización y la multimodalidad con un importe de 450 millones de euros.
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