MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
El Real Madrid disputa este sábado en el Estadio de Wembley (Londres) ante el Borussia Dortmund su decimoctava final de la Copa de Europa con la ‘Decimoquinta’ en juego, y lo hará después de un largo viaje e 12 encuentros en los que superó una fase de grupos perfecta, las dudas ante el RB Leipzig, la resistencia en Mánchester ante el City campeón y el delirio de la remontada frente al Bayern de Múnich.
El ‘Rey de Europa’, con 14 ‘Orejonas’ en sus vitrinas, tendrá en la final de Wembley una oportunidad de agrandar su leyenda la máxima competición continental de clubes. Y lo intentará culminando una edición de la Liga de Campeones en la que no partía como el gran favorito, pero poco a poco fue construyendo una candidatura que fue ganando enteros hasta llegar al partido por el título.
Los blancos quedaron enmarcados en el Grupo C, con el Nápoles italiano como rival más duro de una terna formada también por el Braga portugués y el Union Berlin alemán. Y ante estos oponentes completó una primera fase perfecta, con ni un solo borrón. Vencieron en el descuento en su estreno en la competición a los germanos (1-0), con un tanto de Bellingham en un equipo sin el lesionado Vinícius. La poca clarividencia ofensiva dio paso, antes de lo previsto, al carácter continental del club para comenzar con el pie derecho.
Y esa victoria fue reforzada en el complicado Estadio Diego Armando Maradona de Nápoles, donde los de Ancelotti dieron el primer golpe en la mesa, imponiéndose por 2-3 a los italianos. ‘Vini’ y Bellingham arreglaron en solo siete minutos el error de Kepa Arrizabalaga en el 1-0 de un entonces campeón de la Serie A que resultó ser menos temible de lo que parecía. El equipo partenopeo empató de penalti, pero un gol en propia puerta del meta Meret tras un potente disparo de Fede Valverde completó el triunfo madridista en la segunda jornada.
Tras esto, vinieron dos trámites ante el Braga, con algo más de sufrimiento en ‘La Roca’ (1-2), con reivindicación de un Rodrygo que llegaba con la pólvora mojada, y más tranquilidad en el Bernabéu, penalti parado por Lunin mediante. En esa cuarta jornada, fue Brahim, por un Bellingham lesionado en el hombro, quien se echó el equipo a la espalda en el contundente 3-0 para certificar su presencia en los octavos.
Aunque le faltaba asegurar el liderato, y lo logró con una remontada ante el Nápoles en casa, en un duelo al que llegaban con ocho bajas, y que tuvo el protagonismo del canterano Nico Paz y Joselu para cerrar el marcador (4-2). Sin nada en juego, el Real Madrid viajó a Berlín con el objetivo de hacer pleno en la fase de grupos –el tercero en su historia, ya lo hizo en la 11-12 y la 14-15–, y lo logró con casta, gracias a un gol ‘in extremis’ de Ceballos, después de un doblete de Joselu con el partido 1-0.
El sorteo de octavos cruzó al equipo madridista con el a priori asequible RB Leipzig, aunque ni mucho menos fue sencilla. En Alemania, los de Ancelotti se vieron sorprendidos por la verticalidad de los Olmo, Sesko, Openda, Xavi Simons y compañía. Pero las nueve paradas de Andriy Lunin les sostuvieron en la ida, hasta la genialidad de Brahim para el 0-1 en la ida.
REENCUENTRO UN AÑO MÁS CON EL CITY
El resultado favorable generó un peligroso exceso de confianza en el Real Madrid para la vuelta, rozando la eliminación en varios momentos en el peor encuentro de los blancos en esta Champions. Orban igualó el tanto que parecía dar seguridad a los de Ancelotti, que se salvaron n la recta final con un envío al travesaño del español Olmo. El conjunto merengue avanzó a cuartos con sufrimiento y dudas, que no ayudaban en el próximo cruce ante el campeón Manchester City.
Además, jugarían la vuelta fuera de casa, evitando el ‘factor Bernabéu’ casi siempre decisivo. Así, los blancos fueron valientes en la ida ante su público, muy verticales y haciendo daño a la contra a unos ‘citizens’ que se refugiaron en los zarpazos de Foden y Gvardiol, con Haaland desaparecido por el marcaje de Rüdiger. Un gol en propia puerta, Rodrygo y Valverde con una sensacional volea llevaron el marcador igualado (3-3) al Etihad, donde esperaría el sufrimiento total.
La eliminatoria llegó completamente abierta a Mánchester, donde el Real Madrid realizó un ejercicio de resistencia enorme para avanzar, con un planteamiento poco vistoso, aunque clave para neutralizar a los de Pep Guardiola. Rodrygo puso el 0-1 en la primera parte en la primera, y casi única, gran ocasión de los blancos en todo el partido. Y desde entonces, su gran preocupación fue defender el resultado ante las innumerables y variadas embestidas de los ingleses.
El asedio del City tuvo su recompensa antes de los 90 minutos con un tanto de De Bruyne, y el marcador no se movió en la prórroga. Jugándose todo en la suerte de los penaltis, el Real Madrid fue más certero e hizo valor su experiencia en esas situaciones. Modric erró el primer lanzamiento, pero las paradas del héroe Lunin y el penalti decisivo de Rüdiger dieron el billete a semifinales a los madridistas.
La final de Wembley pasaba por superar al Bayern en el gran ‘clásico’ del fútbol europeo. Los blancos partían con algo más de favoritismo, pero en la ida en Múnich sufrió de lo lindo en los primeros minutos, hasta que apareció Kroos. El alemán sirvió un balón exquisito a Vinícius, que no falló solo ante Neuer. Los alemanes le dieron la vuelta con un acelerón tras el descanso y tuvieron varias para sentenciar, pero un penalti sobre Rodrygo que convirtió también el ‘7’ permitió que todo se decidiera en el Santiago Bernabéu.
Empujados por un feudo madridista entregado, el Real Madrid volvió a invocar el espíritu de las grandes noches para no dejar a su público sin la gran remontada en Europa. Los blancos fueron mejores y hacer varios goles si no es por un entonado Neuer. Aunque fue el Bayern, con tanto de Davies a falta de 15 minutos para el final, el que se puso por delante. Pero Joselu se puso la capa de héroe y con un doblete generó el delirio y el éxtasis en Chamartín, para avanzar a la sexta final de Champions en los últimos once años.
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