MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
La paratriatleta gallega Susana Rodríguez reconoció que ser doble campeona paralímpica –en Tokyo 2020 y Paris 2024– “es brutal” y no entraba ni en sus “mejores sueños de niña”, por lo que se ve con “ilusión por continuar”, aunque ve “injusto” pensar ya en Los Angeles 2028, al mismo tiempo que ve “supercruel” la descalificación de Elena Congost.
“Ser doble campeona paralímpica es brutal. Yo miro para atrás y no me lo puedo creer, ni en mis mayores sueños de niña. Hay mucho esfuerzo detrás, las cosas se pusieron cuesta arriba en los últimos meses, pero de cierta manera también tuvimos suerte de que el accidente no nos pasara nada grave. Tuvimos que luchar bastante”, señaló en un recibimiento al equipo español en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas “que no esperaba” con una afición de “10”.
La gallega no quiso comparar los oros de Tokio y París, porque “son diferentes” y “cada carrera tiene detrás su historia”. “Yo en Tokio también hice una gran carrera, trabajé mucho también. Era el coronavirus. Hicimos una preparación también muy épica por las circunstancias. Es difícil llegar una vez y para repetirlo hay que lidiar con la presión. Yo la semana antes de competir tenía un sentimiento de responsabilidad enorme, desproporcionado. Por esto creo que también esta medalla vale mucho”, destacó.
Aunque no quiso confirmar su presencia en Los Angeles 2028, porque “no sería justo”. “Después de todo lo que llevamos detrás, muchos años practicando triatlón, desde el 2012 de forma ininterrumpida, todos los años Europeos, Mundiales, nunca hemos perdido una cita, aunque las cosas se hayan puesto cuesta arriba”, echó la vista atrás la deportista.
“Ahora mismo, de lo que tengo ganas es de disfrutar de este, terminar temporada, que nos queda Europeo y Mundial, y luego creo que iremos año a año, mientras haya ilusión, mientras haya ganas y yo me vea competitiva para poder pelear por todo. Ahora mismo, tengo ilusión por continuar, pero creo que no es justo pensar en algo para lo que queda tanto”, agregó.
Finalmente, valoró la descalificación de Elena Congost en maratón T12 por soltar la cuerda de sujeción con su guía, cuando este estaba a punto de caer. “Obviamente, tienen que existir los reglamentos, pero también hay que saber cómo interpretarlos. Nos traemos 40 medallas, que para mí son 41. Soy amiga de Elena desde niñas, y me ha parecido supercruel”, criticó.
“Olé para ella, porque al final ha tenido un gesto humano que cualquier persona tendríamos. Un deportista ciego y un guía, somos un equipo para todo, y si uno se cae, el otro le va a ayudar a levantarse. Creo que es injustísimo y que va totalmente en contra de los valores de lo que promueve el movimiento paralímpico”, zanjó.
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