LOGROÑO, 27 (EUROPA PRESS)
“El miedo a perder en política hace que candidatos y campañas sean resultadistas, reduccionistas y hasta conservadores”. Así lo señala el profesor del Máster de Comunicación y Márketing Político de UNIR, Mario García Gurrionero, quien, en una entrevista con Europa Press, ha analizado lo que ha sido la recién finalizada campaña electoral.
“Es una campaña muy emocional y eso influye. Estamos todos siguiendo minuto a minuto, partido a partido”, ha señalado el experto, quien advierte que, en este contexto, “a veces las grandes preocupaciones de fondo, los debates parece que se diluyen”.
Sin embargo, ha considerado que, en estos momentos, “obviamente en campaña es muy difícil planificar nada, porque estamos prácticamente tratando de ver cómo sale el día, cómo sale lo planificado y a partir de ahí medir si lo que habías planteado se cumple o hay que ir cambiando cosas sobre la marcha”.
Y, bajo esta inmediatez continua, “nos preocupa a los consultores que realmente se esté trasladando a la sociedad un mensaje que es perverso y tóxico, el perder: parece que perder sea morir”. Algo que, a su juicio, en primer lugar “es injusto para los candidatos, que deben parecer superhéroes o superheroínas, con un desgaste absoluto físico durante muchos días que les lleva al máximo, pero en el que aún así no pueden controlar todo”.
Por lo tanto, “al final, la campaña acaba siendo un juego de errores, donde se intenta controlar y se cuenta también con los consultores, para que todo esté planificado y controlado en todos esos escenarios”. El problema, insiste García, “es que no estamos trabajando sobre algo que sólo dependa de nosotros”.
De este modo, porque el desarrollo de la política depende en este momento de muchos factores, además de ser injusto para los candidatos, también “es irresponsable, porque le estamos diciendo que perder es fracasar, y creo que este no es el punto”. “La derrota, lo que llamamos perder, no debería de ser sinónimo de fracaso, sino más bien un intento fallido”.
“Como sociedad -apunta el experto UNIR- yo creo que tenemos que potenciar intentos, oportunidades. Y luego ya veremos si ganamos o perdemos. Pero que se vincule o que se tenga miedo a perder porque eso sea sinónimo de fracasar, yo creo que es un mal aprendizaje. Lo que pasa es que en esta idea de ganar estamos todos, pero hay que ser consciente de que solo uno va a poder ganar”.
La irrupción de las redes sociales, también en la forma de hacer política y campañas, ha sido especialmente influyente. Haciendo un símil con el deporte, Mario García señala que “deportistas y entrenadores preparan minuciosamente la competición o el partido y luego se dan cuenta de que en el minuto 1 de repente el escenario ha cambiado”.
Eso, reseña, “es algo que en muchas ocasiones son aprendizajes que también se tienen que trabajar con políticos, porque claro que todos queremos ganar, pero desde la llegada de las redes sociales, los escenarios son difícilmente manejables y el error o la adversidad ya no es tan extraordinario”.
Incluso, explica García que “es un juego de errores y tratamos lógicamente de potenciar esos errores no en nosotros o en nuestro candidato, sino en el resto, y eso convierte la partida en un tableto que se inclina, pero ya no solo día a día, sino minuto a minuto, entonces lógicamente el error va a llegar”.
Así las cosas, plantea el experto de UNIR que “quizás deberíamos empezar a plantear campañas entendiendo que aquello que piensas que jamás te va a ocurrir, te va a ocurrir y que te puede ocurrir en el minuto uno, habrá que introducir ese manejo de la adversidad, habrá que preparar también para asumir o convivir con el error, tanto en el político como en la campaña, y hasta en la sociedad”.
“Creo que estamos viviendo una cultura donde ponemos el foco fundamentalmente en el resultado, en el tuit, en el meme, pero no analizamos el cómo, el proceso. Al final, eso nos convierte en algo resultadistas, en algo reduccionistas y muy conservadores, porque podemos llegar a tener aversión al riesgo”, afirma.
García, por contra, aboga por poner ese foco precisamente “más que en el resultado, que por supuesto va a contar, ponerlo en saber qué nos lleva a ganar y qué nos lleva a perder y contando con que en un momento se puede tener un lapsus”, errores que se han dado siempre y que “ahora no deberían ponerse en el centro de la atención de las redes, resbalones que se convierten en memes, porque el debate debería de ser un debate quizás de más altura”.
También contempla otra variable importante en las últimas campañas, “que, en el siglo XX las decisiones se basaban en aspectos racionales, objetivables, y en este momento pues la toma de decisiones se basa en aspectos emocionales”. Un aspecto que ha influido también en la redacción misma de los programas electorales, aunque no tanto en el propio candidato “que sigue teniendo un peso importante” o en las siglas de un partido determinado.
La decisión, al final, es más rápida y menos reflexionada, “aunque esto no debería ser tampoco malo, es parte del fenómeno y del momento en el que estamos viviendo, nos tomamos menos tiempo para tomar decisiones de lo que lo hacíamos hace 15 ó 20 años, y cuando las tomamos, tampoco queremos pagar el precio de lo que supone haberla adoptado”.
La pregunta, con estos antecedentes, es si esa rapidez a la hora de tomar decisiones hace a los ciudadanos más manipulables, aunque, en palabras de Mario García, “igual también lo éramos antes, porque siempre se han tenido deseos de poder influir en las campañas, y se llegaba hacer”.
La diferencia puede ser que “las redes ahora nos colocan frente a un espejo, en el que rápidamente se saca el fallo, se ridiculiza, y además no estás solo en eso, en el tablero están el resto de contrincantes, los medios, otras plataformas de observan, activan y viralizan continuamente y que hay que tener en cuenta, de modo que la partida es trepidante”.
Respecto a la actual campaña, el experto UNIR ha señalado que “siempre hay dos momentos en una campaña, el primero, la primera semana, donde rápidamente se ven los temas planificados, el discurso mediático, si todo funciona”, y la segunda semana, donde se introducen los cambios necesarios.
Sin embargo, en esta ocasión, ha habido desde el principio un tema que ha inferido, las listas de Bildu, y que, ya en la segunda semana, se ha dinamitado por completo, con el tema Vinicius, que ha tenido hasta repercusiones internacionales, “temas externos que han hecho cambiar y virar las estrategias”. “Estos días hemos visto incluso dirigentes con la camiseta de Real Madrid”, recuerda.
Y, además, apunta que “votamos el día 28 pero en realidad no se va a cerrar la campaña porque enseguida van a venir las generales, como ocurre también con el símil deportivo, no es lo mismo afrontar una final que afrontar un partido de ida y vuelta”.
“Pueden ser como una primera vuelta. No solo son elecciones en un marco más local o regional, sino en este caso que están empezando a mostrar probablemente cartas que se vayan desarrollando. Los resultados del 28 de mayo van a empezar a ser muy útiles para la siguiente fase, la fase de creación, iniciación y planificación de lo que va a venir”, finaliza.
- Te recomendamos -