“A Ingebrigtsen se le puede ganar, ya lo hizo ‘Mo'”, apuntó el mediofondista sobre el noruego
MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
El atleta español Mario García Romo se mostró optimista ante las opciones de España en los 1.500 metros de los Mundiales de Budapest, que se disputan del 19 al 27 de agosto, donde no descarta ver “a tres españoles en el podio” pese a la presencia del gran favorito y rival a batir, el noruego Jakob Ingebrigtsen, “al que se le puede ganar”.
“Las opciones son todas, oro, plata y bronce, yo vería a tres españoles en el podio, pero el nivel es alto, con gente corriendo por debajo de 3:32 todos los días, aunque genera competitividad y nos hará competitivos a nivel mundial”, expresó Mario García, bronce en la distancia en los pasados Europeos, en los Desayunos Deportivos de Europa Press, patrocinados por DAZN, Loterías y Apuestas del Estado, Repsol, UnicajaBanco y Vithas.
El salmantino tiene claro que ve “al mediofondo español con muchas opciones” en el Mundial de la capital húngara. “Se pueden sobrepasar todos los Mundiales anteriores, vamos por muy buen camino”, deseó. “Al menos dos oros, será un Campeonato del Mundo muy bueno para España. Tenemos ganas de competir y sabemos que podemos hacerlo muy bien”, se atrevió a pronosticar.
Sin embargo, la presencia del noruego Jakob Ingebrigtsen complica las cosas. “En Diamond League es muy superior, está un paso por delante, pero en un campeonato no hay liebres, hay mucha presión y viajas con la federación, que él siempre tiene un trato especial en clase business”, remarcó.
“Pero se le puede ganar, ya lo hizo ‘Mo’ (Katir). Hay muchas atletas españoles con la idea de ganarle y se puede hacer. Puede pasar este año, es una cuestión de seguir intentándolo, de meterle presión”, subrayó Mario García junto al presidente de la RFEA, Raúl Chapado, y la marchadora Raquel González.
El español cree que este año ha trabajado “mejor que nunca”. “He entrenado en altitud y sigo con más motivación para conseguir ese oro en el Mundial. Tengo muchas ganas de que llegue el Campeonato de España y luego Budapest donde intentaré ganar a Jakob”, apuntó el mediofondista.
Sobre su vida en Estados Unidos, admitió que “es como aquí en España, muy relajada”. “Tenemos que entrenar. Me levanto pronto, entreno, luego tengo fisios, y por la tarde otra vez a entrenar. Estoy entrenando en altitud todo el año. Se hace duro porque estoy lejos de la familia y sin competir en España, pero estoy muy contento con la decisión que tomé”, advirtió el castellano-leonés.
De todos modos, el atleta español dio “la enhorabuena a la RFEA por el excelente trabajo que hace”. “Es de las mejores federaciones del mundo. En muchas ocasiones no nos damos cosas que la RFEA es la que ofrece más medios a los atletas. Los medios que hay en España son buenísimos y mi decisión de estar en Estados Unidos es por la marca y por el grupo de entrenamiento con uno de los favoritos al oro… Ojalá haber podido volver a España, pero tampoco lo descarto en el futuro”, recalcó.
Para García Romo, “la genética no influye mucho cuando trabajas duro”. “Esto es lo que decide casi siempre. La RFEA también está haciendo mucho por nosotros con la tecnología y creo que todo el trabajo va a valer la pena”, destacó.
“El 99 por ciento del tiempo estamos entrenando, el 1 por ciento es la competición. La tecnología influye, sobre todo en la recuperación, en reducir lesiones o con las zapatillas. El atletismo está avanzando en ese sentido y cuanta más información tienes, más conclusiones puedes sacar de un entrenamiento y vas a mejorar”, prosiguió preguntado por el impacto de la Inteligencia Artificial.
Finalmente, opinó sobre la polémica con los deportistas transgénero y dónde deben competir. “Hay que escuchar a los expertos y hay unas leyes que hay que respetar. Las cosas se pueden hablar y debatir, y las leyes están para algo. Los expertos tienen una opinión más válida, al final habrá una solución en poco tiempo”, consideró, recordando que “el respeto es lo principal” tras las críticas y los insultos recibidos por Ana Peleteiro cuando ésta declaró que debían de tener una competición diferente por la falta de igualdad.
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