El Barça se resarció de sus duros tropiezos ante el Real Madrid para lograr su primera victoria en la Euroliga
BARCELONA, 13 (EUROPA PRESS)
El Barça conquistó este jueves el segundo Clásico de la temporada tras imponerse al Real Madrid (75-73) en un partido dominado hasta los últimos minutos por los azulgranas y liderado por una exhibición de Tomas Satoransky, que les permite resarcirse de su mala racha ante los blancos y lograr su primera victoria en Euroliga.
El Palau vibró de inicio a fin con un equipo que mostró una solvencia poco característica esta temporada. Su inicio dejaba dudas antes del trascendental duelo en la competición continental, pero con la victoria ganan confianza y exhiben el potencial de un nuevo proyecto que empieza a asomar la cabeza aún sin Nikola Mirotic, sofocando por los pelos, eso sí, la reacción blanca final.
El equipo de Sarunas Jasikevicius se hizo dueño y señor del partido desde el saque inicial. Un Clásico que para ellos suponía dejar atrás un errático comienzo de temporada en todas las competiciones. Satoransky enloqueció un Palau agitado con ganas de revancha -tras la derrota en la Supercopa y no tan lejos en semifinales de Euroliga y la final de Liga-. Así, el checo fue vital desde el poste bajo y anotó los primeros 7 puntos de los ‘culés’.
El Real Madrid no tardó en responder, pero la superioridad local se hizo evidente en un marcador favorable al cuadro catalán. Incapaces de correr, los de Chus Mateo no tuvieron su habitual impacto en cancha con Edy Tavares, vital en el esquema blanco y sin puntos y rebotes en el primer cuarto. Por ello, con tan sólo un triple anotado, se fueron por detrás del marcador 24-15.
Los madridistas intentaron frenar los arreones del Barça en el segundo parcial y lo consiguieron siendo sólidos en la pintura. Como consecuencia, los locales bajaron su efectividad y abrieron huecos atrás que no tardó en aprovechar Deck. Al ritmo de sus anotaciones, junto a un Fabien Causeur que tiró del carro para mantener a los suyos con vida, se acercaron al marcador por instantes, aunque los de ‘Saras’ no dieron su brazo a torcer.
Sin un faro como Mirotic, lesionado en el tendón de Aquiles, el Barça esta vez no se apagó -como le venía sucediendo- y se mantuvo con las ideas claras. Satoransky fue el líder de un ataque efectivo con Kalinic, junto a un Vesely ‘enchufado’ en defensa con Sanli, consiguiendo neutralizar a un Tavares impreciso, que no consiguió exhibir su poderío característico entre los blancos.
Con todo, los finalistas de la última edición de la Euroliga se fueron al descanso 10 puntos por debajo (40-30), con un triple lejano de Mario Hezonja sobre la bocina, y con la tarea pendiente de mantener la ofensiva ‘culé’ en la segunda mitad.
PUGNA HASTA EL ÚLTIMO SEGUNDO
La venganza del Barça siguió cociéndose en busca de su quinto Clásico consecutivo en la Fase Regular de la máxima competición europea. Satoransky siguió a lo suyo a base de triples, mientras que los de Mateo seguían atascados en ataque. Una euforia que levantó cada rincón del Palau y que acabó de enloquecer con un triple de un Laprovittola desmedido, que dejaba a falta de tres minutos del tercer cuarto a su equipo con una ventaja de 14 puntos (57-43).
El campeón de la Liga Endesa no mostró signos de mejora y los ‘chispazos’ de Deck y Poirier redujeron la distancia a 11 unidades a falta de 10 minutos. Con Llull en pista, el Real Madrid intentó creer, pero los bases del Barça ganaban jugada tras jugada una batalla. La victoria la ató Sanli desde la línea de tres (73-60) a falta de cuatro minutos, pero el Madrid enseñó que sabe meter el miedo en el cuerpo al equipo culé.
La intensidad y la dureza tardó en aparecer entre los visitantes, mientras que Satoransky imponía su ley acompañado de Tobey y Higgins. Una épica que acompaña al Real Madrid en las últimas semanas y que les dejó a dos puntos de diferencia a falta de la última posesión. No obstante, esta vez Llull no anotó su canasta final y el Barça respiró con un Clásico reparador.
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