MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
La periodista deportiva Paloma del Río, galardonada este martes el Premio Nacional de Televisión 2024, ha asegurado que este reconocimiento le ha hecho acordarse del trayecto de más de 38 años que ha recorrido y en el que ha “intentado” luchar por hacer “una labor social” que compense la desigualdad de las mujeres en el mundo del deporte.
“Ayer se cumplieron 38 años desde que llegué como becaria a RTVE. He hecho un balance del trayecto. A través de una herramienta que no es la habitual, el deporte, he intentado hacer una labor social como es la lucha por la igualdad, la diversidad, y compensar la desigualdad de las mujeres, especialmente en el mundo del deporte”, ha asegurado Del Río en declaraciones a Europa Press.
La periodista ha recibido la noticia de mano del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que le ha llamado mientras hacía la compra en el supermercado y aunque ha reconocido que de primeras no ha asimilado el significado del premio, posteriormente, al “aterrizar”, lo ha asumido como “un honor”.
Precisamente, el jurado que por unanimidad ha escogido a Del Río, destaca su papel como “pionera” en el ámbito del periodismo deportivo, un título que ella ha explicado, le “pesa”. “Cuando llegué a la redacción de deportes, había cinco mujeres, es verdad. Pero yo llegué a un mundo muy masculinizado. Quería ser periodista deportiva, era mi ilusión desde pequeña, pero era muy difícil por eso, porque estaba lleno de hombres. Quería saber por qué yo no podía hacerlo, y me intenté hacer un hueco a través del trabajo que me mandaban y he intentado mejorarlo”, ha agregado.
“VERGÜENZA AJENA” POR RUBIALES DURANTE EL MUNDIAL
La periodista, que ha asegurado sintió “vergüenza ajena” cuando vio las imágenes del beso que le propinó el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, a la jugadora de la Selección Española Jenni Hermoso, así como la actitud y gestos que tuvo él en el palco antes, ha explicado que desea “no volver a ver nunca” en una cancha, del deporte que sea, una actuación así por parte de un representante institucional.
“Sentí vergüenza ajena como espectadora y pensé si este hombre sabía a quién estaba representando. Me muevo en el mundo de las federaciones, de los comités olímpicos y hay que saber tener un decoro. Un saber estar en cada momento, en el que estás representando algo así. Me parecía inaudito, no daba crédito cuando vi las imágenes del palco, portando a una jugadora a hombros como si fuese un saco de patatas. Pensaba ‘es el máximo representante de la Federación’. En ese momento perdió la cabeza, fruto de la euforia o de yo qué sé”, ha apostillado.
Aunque Del Río se jubiló el pasado 2023, ha explicado que en los últimos diez años de carrera ha estado recogiendo “muchos premios” y ha asegurado que después de este galardón, se levantará mañana con la “la satisfacción” de saber que lo que hace, lo hace para que haya “una sociedad mejor”.
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