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Maite Cazorla salió de casa a los 14 años y reconoce que le ayudó mucho, tanto como jugadora como persona

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“Estamos en el proceso de construir el equipo, nos queda un 60 por ciento”, advierte sobre la nueva etapa de la selección

TORREJÓN DE ARDOZ (MADRID), 5 (EUROPA PRESS)

La base de la selección española y del ZVVZ USK Praha, Maite Cazorla, advierte que el equipo está “en el proceso de construir” dentro de un proyecto de renovación al que “le queda un 60 por ciento” para completarse, mientras que, a nivel personal, tiene claro que le ayudó “muchísimo como jugadora y persona” dejar su casa muy joven y vivir también la experiencia en Estados Unidos en la universidad y en una WNBA a la que no termina de cerrar la puerta.

“La ilusión siempre está, da igual si es tu primera vez o a lo mejor la última, pero cuando vienes nueva tienes a lo mejor esa energía extra, esa ilusión de más, de debutar y creo que nos viene bien”, comenzó la de Las Palmas en una entrevista a Europa Press durante la concentración de la selección en Torrejón de Ardoz.

Sonriente, Cazorla cruza la pista para alejarse del ruido de los balones botando mientras lleva una bolsa de hielo en el muslo. “Hay muchas jugadoras con molestias, es normal a estas alturas”, afirmó, aunque lo que más hay siempre que llega un ‘ventana’ es “ilusión”. “Venir a la selección es juntarte con la gente que normalmente, o no ves porque estás jugando en otro país, como yo, o que son rivales. A veces, también es una vía de escape, vienes a jugar con España”, defendió.

Para la base de 27 años, la clave para mantener el espíritu de ‘La Familia’ con el paso de los años y las concentraciones es “la cohesión, la ilusión, sin duda”. “Talento siempre hay, a veces habrá más, a veces habrá menos, pero el trabajo siempre está, la ilusión, y al final eso es lo que traspasamos a las demás, que quien venga lo dé todo, hay que dar todo por esta camiseta, y disfrute del proceso”, comentó.

En esta concentración, ejerce de capitana, algo que “se va a hacer raro” porque no lleva “mucho tiempo en la selección”, pero que ve “como una oportunidad más de seguir creciendo”. “Siempre me ha gustado ayudar y ahora como capitana de esta selección, ayudar a que la gente nueva esté más cómoda, a incorporarla antes al equipo. Yo llevo desde el 2019 y tampoco me considero superveterana y con toda la sabiduría, pero tengo un poco más de experiencia que ellas y puedo ayudarlas un poquito más”, valoró sobre este rol una jugadora que atesora 52 internacionalidades.

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Desde su experiencia, Cazorla destacó a Iyana Martín, que comparte posición en la cancha con la canaria, y es considerada uno de los mayores talentos del baloncesto femenino español. “Tiene mucho talento, y lo ve todo el mundo. Es verdad que es joven, tiene 19 años y tiene que ir cogiendo experiencia, tiene que ir sumando. La disciplina y el trabajo también lo tiene, entonces el límite nadie sabe dónde está, se lo va a poner ella, pero el futuro está en buenas manos”, auguró.

Cazorla vivió en 2022 “el verano más difícil” con la selección, al no clasificarse para el Mundial. “Un verano sin nada fue lo que más nos costó. Pero era un proceso de seguir trabajando, de seguir construyendo el equipo, y estamos en ese proceso”, expresó con confianza en un proyecto que se levantó con una plata en el Eurobasket 2023 y un quinto puesto en los Juegos de París del pasado verano.

“SOMOS EXIGENTES Y QUEREMOS MÁS”

“Ahora el objetivo es clasificarnos para el Eurobasket. Sí, en 2023 queríamos el oro y lo tuvimos durante 30 minutos, somos exigentes, y los Juegos Olímpicos nos tocó contra una Bélgica superior, no pasa nada, no mucha gente puede decir que ha quedado quinta en unos Juegos. Somos exigentes, lo somos, y queremos más, hay que seguir trabajando”, aseveró, antes de jugar ante Austria, este jueves, y Países Bajos, este domingo, en los dos últimos partidos de clasificación al Eurobasket.

Pero todavía siguen en el proceso de renovación del equipo, en un porcentaje que “es todavía ‘bajito'”. “Ahora hay mucha gente nueva, joven. Antes se esperaban a lo mejor 3 o 4 jugadoras, ahora, veteranas, que hayamos jugado muchos partidos, somos cuatro. Te diría un 40% a lo mejor, nos quedan un 60%”, valoró.

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“Obviamente quiero medalla, me pongo exigente, medalla, con eso me quedaría satisfecha. Es trabajo, en una semana no se consigue, donde más se trabaja es en el verano, de aquí al Eurobasket se puede mejorar muchísimo. Ahora es intentar crear esa conexión”, señaló respecto al objetivo de este verano.

En ese proceso de alcanzar otra vez la excelencia, la base cree que influyen los éxitos del pasado, con cinco finales y seis medallas entre 2013 y 2019. “Estamos acostumbrados a ver que esa generación lo ganaba todo, que no es normal, porque lo normal en el deporte es perder más que ganar”, afirmó.

“Lo que pasa es que estamos acostumbrados a esa racha que luego, como empezamos ya el cambio generacional, lo normal es que baje el nivel, porque es un proceso. Ellas se conocían desde hace muchos años, sabían jugar sin apenas hablar. Entonces, es un proceso en el que creo que estamos trabajando ahora”, agregó.

“SALIR DE CASA CON 14 AÑOS ME AYUDÓ MUCHÍSIMO COMO JUGADORA Y PERSONA”

Cazorla estudió en Estados Unidos, en la Universidad de Oregón y compaginó el baloncesto con la carrera de Psicología, aunque no fue fácil. “Fueron cuatro años muy bonitos, el primero me costó porque yo no quería irme a Estados Unidos, por tema del inglés, del idioma, de la cultura, la diferencia horaria era nueve horas, irme a la otra punta…”, recordó.

“El primer año me costó y hubo momentos que dije: ‘No sé si esto es lo mío’. Pero luego me fui abriendo más, fui mejorando en el idioma y ya me encantó la experiencia y yo la recomendaría”, relató. Y es que formarse fuera de España ha sido clave en su carrera. “El haberme ido con 14 años a Barcelona y luego haberme ido a Oregón me ayudó muchísimo a ser ya no solo la jugadora, sino la persona que soy, porque creo que he aprendido muchísimo”, agregó.

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Para la directora de juego, la experiencia en el extranjero “te hace valorar cosas que a lo mejor a esa edad no estarías pendiente”, porque “el irte fuera hace que veas la vida con otra perspectiva”. La jugadora canaria se convirtió en una leyenda de Oregón: la primera española en disputar una Final Four de la NCAA en abril de 2019. Solo un mes después, tras ser drafteada en el puesto 23, debutó en la WNBA con las Atlanta Dream, y se convirtió en pionera al convertirse en la primera jugadora nacional en aparecer en el videojuego ‘NBA2K20’.

“Depende de si es algo que quieras hacer y que te gusta, porque hay gente que a lo mejor dice, ‘no es lo mío, no me apetece’. A mí me gustaría, pero es verdad que la selección es mi prioridad. Está ahí, no se sabe el futuro, ojalá, pero de momento no. Yo sé que contaría aún como una ‘rookie’, porque como fui, pero luego por el COVID me dijeron que no y luego yo renuncié”, dijo sobre regresar a América.

Ahora juega en Praga, un viaje que inició porque creía que tenía que salir de su “zona de confort” y “vivir otras experiencias, otro equipo”. “Me dio pena, obviamente, porque Salamanca era mi segunda casa, pero creo que me vino bien. Costó, como siempre, la adaptación, los primeros meses siempre cuesta adaptarte a un nuevo equipo, a una nueva ciudad, un nuevo rol, muchas situaciones”, expresó sobre su salida de Perfumerías Avenida.

“Pero se echa de menos el ambiente aquí en España. Vayas donde vayas, ha crecido bastante el baloncesto femenino, la Copa se echa de menos, familia y amigos también, sin duda”, concluyó Cazorla, que juega para el ZVVZ USK Praha desde 2023.


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