MADRID, 03 (SERVIMEDIA)
La Organización Meteorológica Mundial (OMM), que es la agencia de la ONU especializada en el tiempo, el clima y el agua, y la Federación Internacional de Esquí y Snowboard (FIS, por sus siglas en inglés) anunciaron una nueva asociación para concienciar sobre el “futuro sombrío” al que se enfrentan los deportes y el turismo de invierno debido al cambio climático.
Con el nuevo memorando de entendimiento, ambas organizaciones se comprometen a colaborar para poner de relieve los amplios efectos del aumento de las temperaturas mundiales en la cubierta de nieve y hielo, así como para establecer iniciativas prácticas encaminadas a reforzar el diálogo científico y deportivo.
Es la primera vez que la OMM, un organismo especializado de las Naciones Unidas, se asocia con una federación deportiva internacional.
“Las vacaciones de invierno arruinadas y los eventos deportivos cancelados no son más que la punta del iceberg del cambio climático”, según Celeste Saulo, secretaria general de la OMM.
Saulo añadió al respecto: “El retroceso de los glaciares, la reducción de la cubierta de nieve y hielo y la fusión del permafrost conllevan repercusiones de gran envergadura para los ecosistemas, las comunidades y las economías de montaña, repercusiones que serán cada vez más graves a escala local, nacional y mundial durante los próximos siglos”.
“No hay duda de que la dimensión de la crisis climática sobrepasa de lejos el ámbito de acción de la FIS o la esfera del deporte: es una auténtica encrucijada para la humanidad. Con todo, es evidente que el cambio climático constituye, fundamentalmente, una amenaza existencial para el esquí y el snowboard”, apuntó Johan Eliasch, presidente de la FIS.
Eliasch subrayó: “Seríamos negligentes si no hiciéramos todo lo posible para encarar este reto basándonos en la ciencia y el análisis objetivo. Esta es la estrategia que tratamos de aplicar y que conforma la esencia de esta prometedora asociación con la OMM”.
La FIS organizó 616 pruebas de la Copa del Mundo en 166 sedes distintas durante la temporada 2023-2024. Un total de 26 carreras fueron canceladas por razones meteorológicas.
CINCO AÑOS
El memorando de entendimiento entra en vigor antes del inicio de la temporada de invierno 2024-2025 y se establece por un periodo inicial de cinco años que podrá renovarse automáticamente.
El acuerdo sienta las bases para un abanico de actividades e iniciativas conjuntas que situarán los datos y conocimientos científicos de la OMM y los servicios meteorológicos e hidrológicos nacionales en el centro de los deportes de nieve y el turismo de montaña, donde los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes.
Cada año, las dos partes definirán el programa de iniciativas que se pondrán en marcha. Las primeras ya se han previsto para las próximas semanas: el 7 de noviembre se organizará un seminario web dirigido a las 137 federaciones nacionales de esquí, así como a los gestores de instalaciones y los organizadores de eventos.
CUBIERTA DE NIEVE
Varios estudios han analizado los efectos del cambio climático en los deportes y el turismo de invierno, puesto que son componentes fundamentales de la economía de las regiones montañosas y nórdicas.
Científicos franceses y austríacos publicaron un estudio el año pasado en la revista ‘Nature Climate Change’ tras analizar 2.234 estaciones de esquí de 28 países europeos. Concluyeron que, “sin innivación artificial, el 53% y el 98% de esas estaciones correrá un riesgo muy elevado de sufrir carestía de nieve en un contexto de calentamiento global de 2 °C y 4 °C, respectivamente”.
Suiza, país donde se encuentran las sedes de la FIS y de la OMM, ha elaborado escenarios detallados del cambio climático y ha determinado que, desde 1850, los glaciares alpinos han perdido cerca del 60% de su volumen.
Además, en altitudes inferiores a 800 metros, el número de días con nevadas se ha reducido a la mitad desde 1970, y las precipitaciones caen en forma de lluvia y no de nieve, según la Oficina Federal de Meteorología y Climatología de Suiza (MeteoSwiss).
Hace 50 años, la isoterma de 0 °C en Suiza se situaba en torno a los 600 metros sobre el nivel del mar. En la actualidad, en un contexto de inviernos cada vez más cálidos, se encuentra en torno a los 850 metros.
Según los escenarios de cambio climático para Suiza, la isoterma de 0 °C subirá entre 400 y 650 metros más de aquí a 2060 si no se mitiga el cambio climático, y quedará a una altitud de entre 1.300 y 1.500 metros, aproximadamente.
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