MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
La historia personal de Julio Alberto, el optimismo y fuerza de Estebaranz y la humidad de José Ignacio, todos ellos exjugadores profesionales de fútbol que han jugado en la selección española, “abrían el camino a las segundas oportunidades” de los internos del centro penitenciario Málaga I.
Este fin de semana devolvieron durante dos horas “la ilusión y la esperanza a personas que han cometido errores”, muchas de las cuales tendrán la oportunidad de reinsertarse a través de la pasión por el fútbol, según informó la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
Se trata de “una oportunidad social” que ofrece el programa de la RFEF e Instituciones Penitenciarias, una actividad en colaboración con la Asociación Española de Futbolistas Internacionales.
Dentro del mismo, los internos pueden formarse a nivel deportivo, entrenarse y participar en la competición que enfrenta a 43 centros penitenciarios de toda España en 16 federaciones territoriales, con el broche de la final en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Castilla y León, Baleares y Tenerife se han unido a esta iniciativa de responsabilidad social que incluye, además, charlas de motivación de exinternacionales.
En esta ocasión ha sido Málaga, donde la selección disputó el partido contra Noruega, y donde muchos de los internos conocieron de primera mano cómo “la historia de un error, de una desgracia, de una grave equivocación, puede revertirse y puede ofrecer a quien es protagonista, a su familia y amigos, una segunda vida”.
- Te recomendamos -