MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El seleccionador nacional masculino de balonmano, Jordi Ribera, celebró el pase este miércoles a las semifinales de los Juegos Olímpicos tras ganar a Egipto por 29-28 en un partido que sabían que “iba a ser muy difícil” y que se terminaron de llevar en buena parte por “ese espíritu siempre de luchar que se ha transmitido de generación en generación”.
“Era un partido de entrada que iba a ser muy difícil. En la primera parte nos ha costado mucho hacer goles y ellos se han defendido muy bien, pienso que Juan Carlos (Pastor, seleccionador de Egipto) ha preparado muy bien el partido en cuanto a lo que ha sido el trabajo defensivo y nos hemos agobiado un poco el hecho de no marcar goles”, relató Ribera en zona mixta en declaraciones facilitadas por la RFEBM.
El técnico catalán celebró que “por lo menos en defensa sí” estuviesen a buen nivel y “centrados”. “Ellos son un equipo difícil de jugar porque tienen facilidad de lanzamiento y son un equipo físico”, recalcó al respecto.
“La segunda parte no ha empezado excesivamente bien y había que hacer cambios, y arriesgados. Sabíamos que podíamos perder el partido prácticamente en un momento determinado de hacer esos cambios porque exigía mucho riesgo el juego de ‘7’ contra ‘6’ y también hemos variado algunas acciones defensivas”, prosiguió el seleccionador.
Este tenía claro que si se acercaban en el marcador “las dinámicas podían cambiar”. “Hemos conseguido ese empate y pienso que a ellos les han entrado un ‘poquito’ más las dudas. También igual en defensa ha cambiado un poco algunos contactos que había”, advirtió.
“Luego hemos entrado en la prórroga, donde podía pasar cualquier cosa, pero creo que hemos sabido templar con la tensión, mantener nuestro nivel defensivo, y aunque que hemos tenido quizá más facilidad de gol, podía pasar cualquier cosa”, detalló Ribera.
Este valoró lo positivo para su deporte de “estar en semifinales otra vez” y de hacer además “con un grupo muy diferente” con el que compitieron hace tres años en Tokio y “con gente joven que es su primera experiencia”. “No es fácil meterse aquí en unos cuartos de final donde sabes la repercusión que tiene y estoy muy feliz también por nuestro deporte, a veces estas cosas pueden servir para unificarnos”, confesó.
Sobre la desventaja de cuatro goles a falta de 15 minutos para el final, Ribera no se puso demasiado nervioso “sólo” se centraba en “lo que faltaba” y en lo que tenía que “intentar hacer para reducir esa ventaja”. “Este es un equipo acostumbrado prácticamente a estar hasta el último momento, que parece que está abajo que las cosas no van y de repente es capaz de sacar el partido adelante. Pienso que eso pues es mucho mérito de un grupo que lucha hasta el último balón y que al final pues en el caso de hoy ha conseguido su objetivo”, comentó.
“Yo creo que de generación a generación se ha transmitido ese espíritu siempre de luchar, de querer ganar y de ponerlo siempre todo en la pista, sea quien sea los que juegan, estén en el banquillo y sabiendo algunos jugadores que un día van a participar más o menos. Pienso que ese gen al final es el que nos ha ayudado a conseguir muchos resultados y que todos lo hemos heredado también de todos los que han venido anteriormente”, concluyó el seleccionador.
Por su parte, Agustín Casado remarcó que “no” fue el partido que querían ni habían “planteado”. “Sabíamos de la dificultad del partido, pero queríamos estar mejor porque teníamos posibilidades. Ellos han hecho un gran partido y hemos demostrado una vez más que este equipo nunca se rinde”, subrayó.
“Ante la adversidad y pese a ir por debajo en el marcador todo el tiempo, al final luchamos cada pelota, y al final eso nos da un plus, creo que diferente un poco al resto. Estamos contentos por estar en ‘semis’, porque a lo mejor la gente no lo va a valorar mucho ahora, pero es algo histórico para nosotros”, sentenció el central.
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