MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El seleccionador nacional masculino de balonmano, Jordi Ribera, se mostró agradecido con la renovación hasta 2028 y aseguró que espera “corresponder a este importante voto de confianza” que la Real Federación Española de Balonmano (RFEBM) ha tenido en él para que siga siendo “la cabeza visible de un proyecto global” que ve más importante que los resultados deportivos.
“Quiero tener un agradecimiento a la confianza de la RFEBM, especialmente su presidente, que ha tenido conmigo desde el primer día y por la confianza en este tercer ciclo. Espero corresponder a este importante voto de confianza”, señaló Ribera en rueda de prensa tras anunciarse su renovación el pasado miércoles.
El catalán recordó que a su llegada no podía “garantizar medallas” pero sí dedicar “24 horas” al balonmano. “Las cosas han salido bien en un deporte donde cada día hay más exigencia y es más difícil competir y, sin embargo, España sigue estando ahí por el trabajo de clubes y de unos jugadores que son capaces de salir fuera y perfeccionar su rendimiento”, apuntó, admitiendo que por tener “un carácter totalmente diferente”, discute “muchas veces” con el presidente Francisco V.Blázquez. “Yo manejo el ámbito deportivo y él muchos más, yo veo las cosas de una manera y el trata de puntualizarlo, pero siempre llegamos a un consenso”, aclaró.
Para el técnico, todos los logros de la Absoluta masculina desde que llegó “es un mérito de todos”. “Ha sido un orgullo ser la cabeza visible de este proyecto, donde la idea era hacerlo global, sobre todo en mi área, y generar un modelo común para todas las categorías para que todos los jugadores se sintiesen más próximos a la Absoluta”, remarcó.
En este sentido, Jordi Ribera, que cifró en “600” los jugadores con los que llevan trabajando en el CAR de Granada, veía “fundamental saber que esto tenía continuidad”. “Los éxitos ya estaban antes, pero de alguna manera hemos mantenido ese nivel e incluso lo hemos elevado”, puntualizó el seleccionador.
También consideró que “los objetivos se han cumplido con creces”. “Cuando llegué en 2016 no era un momento excesivamente bueno, nos habíamos quedado fuera de los Juegos y había muchos interrogantes, que seguían tras el Mundial de 2017 donde Croacia nos eliminó en cuartos por un gol”, relató.
“A partir del 2018 se abrió una etapa diferente, España fue campeona de Europa por primera vez, luego vino el inmaculado Europeo del 20, donde lo más importante para los jugadores era la clasificación para los Juegos de Tokio y allí se logró una meritoria medalla (de bronce) por todas las circunstancias, contratiempos, exigencia del grupo y por los jugadores que decían adiós a esa etapa y se lo merecían”, añadió al respecto un Ribera que también dio mucho valor al Europeo de 2022 donde, pese a los cambios, llegaron a una tercera final consecutiva, perdida ante Suecia, y demostraron que “pese a todo España seguía siendo un equipo competitivo”.
Y pese a estos éxitos, insistió en que lo que más “satisfecho” le deja es el “proyecto global” porque “nunca” se ha considerado “un ‘medallitis'”. “Hemos generado una cantidad de gente alrededor de este proyecto y hay 100 entrenadores en el CAR de Granada. No hay mayor orgullo que cuando te vayas veas que se ha hecho un gran trabajo global”, recalcó.
“Tras el Mundial dije que mi idea era buscar un club, pero siempre me pasa lo mismo y cambio cuando estoy mes y medio con la selección y hago un montón de cosas que no podría hacer en un club. Por eso, decidimos mantener un ciclo más que me hace mucha ilusión y para el que garantizo el máximo de trabajo y una selección que debe seguir siendo de exigencia máxima. Además llevo siete años viviendo en Madrid y me siento muy a gusto, también es un punto importante para quedarme”, subrayó.
De todos modos, pidió “ir poco a poco” con los jóvenes que están irrumpiendo. “Ayuda que haya un modelo desde la base. Viene gente pisando fuerte, pero todavía está en sus primeras experiencias y es importante que vayan quemando etapas y que no las aceleremos dándoles más responsabilidad que la que deben tener”, puntualizó el catalán, para el que es “una motivación” poder afrontar el 2028 donde está el Europeo en casa y los Juegos de Los Ángeles con un grupo al que haya formado.
Y es que Jordi Ribera reiteró que continúan siendo “una selección en construcción” y a la que siguen “intentando regenerar”. “Que hayan entrado 80 jugadores dice que esta es una selección con las puertas abiertas y eso ha generado motivación para contrarrestar las condiciones de otras selecciones”, detalló.
“Somos un equipo competitivo, que siempre pelea y que juega diferente, y que además siempre tiene los pies en el suelo. Nunca nos debemos sentir superiores a los demás, pero tampoco estar nunca por debajo del resto. Cuando perdamos esa perspectiva, ese día empezaremos a perder”, indicó el seleccionador.
BLÁZQUEZ: “CREÍ EN JORDI DESDE EL PRINCIPIO”
Por su parte, el presidente de la Real Federación Española de Balonmano (RFEBM), Francisco V.Blázquez, confesó que este era “un día muy especial” y que Jordi Ribera es una personas que “atesora trabajo e implicación”. “Cuando vino de Brasil se generaban muchas dudas y mucha gente puso en tela de juicio el momento y salieron a relucir otros nombres, pero buscábamos el perfil de un formador, un competidor y un amante de nuestro deporte, alguien que pudiera liderar el proyecto del balonmano masculino”, resaltó.
“Jordi ha hecho que nuestra selección haya tocado el cielo, con él hemos sido campeones de Europa por primera vez, pero sobre todo está el proyecto de la base porque teníamos un solar por detrás muy grande y el objetivo es trabajar con el presente, pensando en el futuro y sin olvidar la base”, prosiguió el dirigente.
Blázquez aseveró que creyó en el catalán “desde el principio”. “Tuvimos nuestras diferencias, como debe de ser, porque él intenta luchar para su parcela y dar pasos más importantes para que las selecciones vayan con lo mejor. Para mí era importante tener un seleccionador exigente con él mismo, con su entorno y con la RFEBM porque me hace autoexigirme en la búsqueda de recursos. No es cuestión de economía sino de un proyecto y agradezco su preocupación porque piense más en este proyecto y para llegar al Europeo de 2028 con las máximas expectativas”, deseó.
“Nunca quiero llevar más allá de mi mandato los acuerdos contractuales y Jordi no va a trabajar con alguien que no quiera trabajar, pero tampoco fue justo lo de 2020, donde hubo que esperar hasta el último momento para un acuerdo, también tengo que velar por el futuro de nuestros técnicos. No suelo comprometerme, pero tampoco me gusta que la gente viva en la incertidumbre porque hablamos de un proyecto”, sentenció el mandatario que tendrá que presentarse a la reelección para el próximo ciclo.
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