MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
El extriatleta español Javier Gómez Noya admitió este jueves que de toda su carrera deportiva, la medalla de plata lograda en Londres 2012 es “única”, así como el Campeonato del Mundo en 2019 en la modalidad de Larga Distancia que ganó “en casa”, están entre sus mejores momentos, y dejó claro que aún le quedan “muchos sueños por cumplir” tras retirarse porque quería “respetar” a su “cuerpo” ya que no se veía al cien por cien competitivo.
“Encontrar un mejor momento de mi carrera es muy difícil. La medalla olímpica es única y el Campeonato del Mundo (Larga Distancia) en 2019 por haber corrido en casa (Pontevedra) fue muy bonito. A nivel negativo, la caída antes de Río que me impidió estar en la cita olímpica fue un momento muy duro”, comentó Gómez Noya en un desayuno con la prensa celebrado en un Santander Work Café en Madrid del Banco Santander, entidad de la que es embajador.
El gallego es consciente de que una carrera de más de 20 años “tiene muchos momentos”, pero que todos ellos te ayudan para forjarte “como persona y como deportista”. “Los comienzos fueron difíciles por problemas médicos y burocráticos, y mi carrera casi se queda en una ilusión, pero conseguí salir adelante trabajando muy duro. Siempre te quedan espinas, pero si me dicen en 2002 que iba a ganar lo que he ganado no me lo habría creído”, apuntó.
El medallista de plata en Londres 2012 prefiere quedarse con “lo positivo”, pero hay que ser consciente que siempre ha habido “más carreras” que no ha ganado que las que ha conseguido la victoria. “Mucha gente vive una carrera para ganar una competición. Para llegar a la excelencia necesitas un proceso de mejora y aprendizaje. La distancia olímpica es la que más he disfrutado y la que mejor se adapta a mi”, expresó.
El español confesó también que su mayor rival a lo largo de su carrera ha sido Alistair Brownlee. “Es al que mejor nivel he visto en un momento concreto. Ha sido el más duro. A nivel personal, en el triatlón hay muy buen ambiente entre rivales, aunque es cierto que hubo momentos de tensión entre los dos, pero nos respetamos mucho. Fue de los primeros que contactó conmigo cuando anuncié que me iba a retirar”, dijo.
Uno de los mayores logros de Gómez Noya es el Premio Princesa de Asturias de 2016, algo “inédito para el deporte del triatlón”. “El deporte estaba viviendo un crecimiento brutal. Yo en concreto he recibido mucho más reconocimiento en los últimos años, pero tuve que ganar dos Mundiales para que eso comenzara a ocurrir”, indicó.
Un premio que le coloca en el elenco de mejores deportistas de la historia de España, algo por lo que Gómez Noya se siente “muy valorado”. “Lo he hecho lo mejor que he podido. Creo que cuando comparas deportes es todo muy complicado y relativo. Es imposible medir si estoy entre los 10 deportistas más importantes de la historia de España. Aunque, para mí, que se plantee ya es un halago”, añadió.
“ME PLANTEARÉ LOS RETOS DE OTRA FORMA”
“No te levantas un día y dices me retiro. En la parte mental te das cuenta que no sientes esa ilusión y en la física solo quería competir si estaba al nivel de los mejores del mundo. Decidí respetar a mi cuerpo y dar un paso al lado. Competir al 80% no me permitiría estar al nivel de los mejores del mundo”, apuntó el gallego sobre los motivos que le han llevado a retirarse.
Una nueva vida en la que Gómez Noya va a “disfrutar del deporte de otra manera”. “Me quedan muchos sueños por cumplir. Voy a seguir entrenando y compitiendo. Me plantearé otros objetivos diferentes, pero siempre hay que salir de la zona de confort. Me plantearé los retos de otra forma, y si algo me motiva, lo haré”, señaló.
Sobre su futuro, uno de los mejores triatletas de la historia, recordó que ha hecho los cursos oficiales para ser entrenador. “Me gustaría seguir vinculado al triatlón. Sé lo que se requiere para estar entre los mejores en distancia olímpica, también a nivel táctico. Puedo colaborar a trabajar como equipo con otros profesionales para que puedan desplegar su mayor potencial”, detalló.
“Mi generación tenía menos conocimiento y todo era ensayo-error. Pero éramos una generación más paciente que sabíamos trabajar de cara al largo plazo”, recalcó Gómez Noya sobre los triatletas españoles jóvenes, los cuales cree que tienen “gran potencial”, sin olvidar que se viene de una época en la que el triatlón español ha ganado “8 Mundiales en 10 años”.
En este sentido, quiso acordarse de Iván Raña, campeón del mundo de triatlón y compañero de entrenamiento durante sus primeros años de carrera. “Ha sido muy importante en mis inicios. Empecé a entrenar con él con 17 años cuando acababa de ser campeón del mundo”, rememoró el gallego.
“Soy un privilegiado por los apoyos que he tenido en mi carrera, el Banco Santander en particular, y que me han permitido que sea profesional. Es de valorar que hayan apostado por mí siempre desde el principio. He tenido la suerte de divertirme haciendo mi trabajo. Es lo que quería hacer siempre, y eso es un lujo”, sentenció Gómez Noya.
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