MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
El piloto español Isidre Esteve (Repsol Toyota Rally Team) relató este sábado cómo él y su copiloto Txema Villalobos se habían quedado “dos veces enganchados en el fondo de una duna” durante la etapa reina del Rally Dakar, una crono de 48 horas por un recorrido de 547 kilómetros e íntegramente sobre las dunas del Empty Quarter.
“No habíamos dado ningún golpe ni nada. Si la especial ya era difícil de por sí, sin tracción delantera, con esta arena tan blanda nos quedábamos clavados incluso cuando el piso era llano. Txema desmontó los palieres delanteros y la cardán para dejar el diferencial libre, pero nos quedamos dos veces enganchados en el fondo de una duna, y cada vez tardamos entre cinco y seis horas para sacar el coche”, declaró el piloto de Oliana a los medios oficiales de su equipo.
Nadie les pudo ayudar y, para colmo, su camión de asistencia en pista había volcado el pasado jueves, así que tampoco podían contar con él. “Cuando nos dijeron que no teníamos el camión T4 porque estaba volcado, lo vimos casi imposible. Txema se pasó diez horas sacando arena de debajo del coche, a veces para moverlo un par de palmos. Pasamos las mil y una, la verdad”, explicó Esteve.
Él y Villalobos completaron la segunda parte de esa crono este mismo sábado por la mañana, 24 horas más tarde de lo previsto, tras pasar una segunda noche en el desierto. El problema técnico que tuvieron el viernes había complicado su continuidad en carrera, pero reaccionaron y viajan ya hacia Riad para reunirse con la caravana y reanudar la prueba.
“Creo que tendremos que contactar con las autoridades de Arabia Saudí para decirles que tienen que rehacer los mapas, porque hemos cambiado varias dunas de sitio. Me duelen hasta las cejas. ¡Ha sido bestial!”, bromeó Villalobos.
Por eso, cuando cayó la noche, tomaron la decisión de parar en el campamento ‘G’, el último en la ruta de la especial, para pasar la noche y completar los 47 kilómetros restantes el sábado a primera hora, con luz diurna. “A las 5:45 ya volvíamos a estar enganchados. Por suerte solo nos ha pasado una vez. A las 6:45 hemos cruzado la meta”. Habían pasado 47 horas desde su salida de Shubaytah el jueves anterior.
Sin rendirse ante la adversidad, el Repsol Toyota Rally Team hizo la etapa entera. “Que estemos aquí, que hayamos hecho toda la especial sin saltarnos nada y que sigamos en carrera tiene un valor increíble para nosotros”, agregó el piloto ilerdense. Así, en esta segunda parte de la especial validaron todos los ‘way points’ (puntos de paso obligados).
Pero la odisea no finalizaba en la meta de Shubaytah. Luego tenían un enlace de 1.000 kilómetros para viajar hasta Riad, escenario de la sabatina jornada de descanso, y donde este domingo arrancará la segunda semana de competición. El Repsol Toyota Rally Team tenía previsto llegar a la capital saudí sobre las 22:00 hora local.
Para ellos, el reposo concedido por la organización habrá sido una paliza por carretera. “Cuando lleguemos a Riad, los mecánicos trabajarán toda la noche para reparar el coche. Ahora lo principal es rehacerlo todo, hacer un ‘reset’ y volver a dar gas”, concluyó Esteve.
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