MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
La entrenadora de la Real Sociedad, Natalia Arroyo, ha asegurado que “plantear” un partido contra el FC Barcelona, en este caso en la final de la Copa de la Reina, es “siempre la misma tortura”, y espera un encuentro “vibrante” y que se haga “largo”, y ha deseado poder ganar el título y que las azulgranas lo hagan “la semana que viene” en la final de la Liga de Campeones.
“Plantear un partido contra el Barça es siempre la misma tortura. Debemos mirar un poco qué han hecho el resto de rivales. Este Barça ha resuelto prácticamente todo con victoria, con goleada. Tenemos que estar acertadas en los primeros minutos, que la final sea larga, que nos permita estar vivas. Las veces que hemos estado más cerca de hacer algo contra el Barça han tenido mucho que ver con eso”, declaró en rueda de prensa.
Además, insistió en que deberán “hacer muchas cosas bien y ser capaces de leer los momentos”. “No podremos hacer siempre lo mismo y ellas nos obligarán muchas veces a muchas cosas. Hay que intentar salir del momento de más problemas, intentar ponerles el máximo de incomodidades”, indicó, recalcando que en la eliminatoria ante el Chelsea fue “uno de los pocos partidos en el que ves al Barça incómodo”.
“Intentaremos tomar todas aquellas referencias de equipos que le han hecho gol; el Benfica le hizo cuatro goles, aunque no será la misma alineación mañana que en la del último partido de fase de grupos. Le hemos jugado de diferentes maneras al Barça y tengo claro que si nos basamos mucho en lo que le ha hecho el Chelsea, podemos caer como caímos en Zubieta”, añadió.
Por otra parte, la catalana, que dejará el banquillo donostiarra a final de temporada, aseguró que afrontaría igual la final aunque no se marchase del club. “Cuando lleve, no sé, 35 finales… Es mi segunda final y yo estoy flipándolo desde hace bastantes semanas, igual que lo flipé en la anterior. Todos estos partidos los he intentado saborear y vivir. Sé que en el último partido que jugaremos contra el Levante se me pondrá la piel de gallina. Es mi segunda final, la estoy saboreando como tal”, señaló.
En este sentido, afirmó que su futuro era “una variable más” en las últimas semanas y que por eso “no se ha hecho nada distinto”. “Igual no sé si hay alguien que celebra ‘venga, uno de los últimos partidos de esta aquí’. He recibido mucho cariño de la gente, de la misma manera que he recibido durante toda la semana mensajes como ‘a tope a Zaragoza, a ver si volvéis con la copa’. Tenemos ganas de vivir esta experiencia con la muchísima gente que ha gastado dinero para venir a apoyarnos. Yo no vivo diferente este partido por el hecho de haber anunciado que me voy a marchar”, subrayó.
“Coincide que va a ser uno de los últimos partidos y coincide que de momento va a ser la última final que juegue, de las dos que he tenido la suerte de jugar y de disputar en este club. La cuarta en cinco años, yo he vivido dos. El club sigue, va a seguir sin mí y ahora lo que tenemos es una final maravillosa para poder añadir el segundo título a las vitrinas”, prosiguió.
En otro orden de cosas, Arroyo confesó cómo están tras poner fin a una racha de diez partidos sin ganar ante el Costa Adeje Tenerife. “Fue importante ganar en Tenerife por quitarnos un poco esa mochila de tensión y de dudas que teníamos en la liga, por resolver cosas pendientes de la competición. Sabíamos que esta semana iba a ser otra cosa, que lo que se nos iba a remover siendo otro escenario y otro trofeo, no iba a tener nada que ver con la liga. Venimos de una victoria, de una portería cero, de una cierta sensación de consistencia. Son muchas de las cosas que vamos a necesitar mañana aquí ante el Barcelona”, apuntó.
También confesó que había hablado con el preparador azulgrana, Jonatan Giráldez, su amigo y excompañero en la Federación Catalana, que también dejará su equipo. “Jona y yo nos hemos llamado, pero porque él tiene que hacer cajas, yo también, y porque quería saber cómo estaba en estas horas previas. Poquito contacto hasta cruzarnos hoy. Si coincidimos, le daré un abrazo, le tengo muchísimo cariño”, expresó.
“Nos hemos imaginado finales en las que, juntos, teníamos que jugar contra otro rival. Va a ser un partido vibrante, ojalá los dos podamos salir lo más satisfechos posibles. Solo uno va a salir contento, y por mucho que sea un buen amigo, no me voy a alegrar si gana él, porque significará que no hemos ganado nosotras. Ojalá gane la de la semana que viene y, por aquello de repartir, que nos deje esta”, continuó.
Por último, afirmó que es “una de esas jugadoras que ha nacido para jugar estos partidos”. “Cuando no es una final, en su cabeza se imagina que es una final. Es una jugadora que te puede meter el golazo de falta, que nos da buena parte del billete aquí. Manu tiene casta, tiene esa personalidad de jugar estos partidos grandes”, concluyó.
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