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La RFEF advierte que las árbitras no son “marionetas” y se muestra “abierta a un acuerdo” con la LPFF

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MADRID, 12 (EUROPA PRESS)

La responsable de Arbitraje Femenino de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Yolanda Parga, afirmó este lunes entender “perfectamente” las reclamaciones de las colegiadas de ser profesionales y pidió “respeto” a la Liga Profesional de Fútbol Profesional (LPFF) porque no son “marionetas”, recalcando igualmente que el ente federativo “sigue totalmente abierto a un acuerdo”.

“Entiendo perfectamente lo que piden las árbitras. Desde la RFEF no las obligamos a nada, les pasamos toda la información. Pedimos respeto, de manera especial a la LPFF porque no son marionetas, luchan por unos mínimos y trabajan de manera muy digna”, apuntó Yolanda Parga en rueda de prensa.

La excolegiada confirmó que le había llegado correos electrónicos de la patronal con las denuncias a los equipos arbitrales de este fin de semana, lo que le parece “superincongruente porque al mismo tiempo las están citando para llegar un acuerdo”.

Parga desgranó como ha sido hasta el momento una negociación que se remonta al 27 de junio, donde tuvieron “la primera reunión con la LPFF para el convenio (de coordinación) y en la que ya solicitaron que los salarios de las colegiadas “estuviese acorde con el de los de Segunda División, pero de manera progresiva”. “La Liga nos dice que son categorías diferentes y ofrece 3.300 euros por partido”, detalló.

La siguiente reunión fue el 13 de julio, “de la que no hay acta porque no hay tercera” y donde ambas partes no se movieron de sus posturas. “La RFEF envió un mail a la Liga y esta se niega a sentarse para nuevas reuniones. Pero el 15 de julio solicita una serie de datos y se le traslada toda la información”, apuntó Parga.

La directiva federativa recalcó que “hasta el 31 la RFEF trata de negociar”, pero que la patronal les da “una negativa absoluta en tratar el tema arbitraje” y que lo que “más” les preocupaba en ese momento era “el cupo de extracomunitarias”.

Posteriormente, Luis Rubiales, presidente de la RFEF, y Beatriz Álvarez Mesa, presidenta de la LPFF, se reunieron al día siguiente y la mandataria rechazó “la propuesta del 15 de julio”, por lo que su homólogo mandó una carta a José Manuel Franco y a ella para dejar clara “su plena disposición a cuantas veces sea necesario reunirse para dar salida a la liga”.

El 2 de septiembre, en una nueva reunión en el CSD, la Liga “mantiene los 3.300 euros” y la RFEF “propone un salario inicial para conseguir uno final a cinco años que no se acepta por la LPFF”, advirtió Parga, que advirtió que aunque la patronal se comprometió a responder el día 6 a una propuesta del 5, “no llegó nada”.

El miércoles 7 de septiembre, la patronal insistió en su oferta de 3.300 euros, “50 por ciento para la árbitro y lo restante a repartir el 25 por ciento para cada asistente”. “Se olvidan del resto de la gente como la cuarto árbitro o el informador y de aspectos como viajes y dietas”, subrayó Parga.

El 8 de septiembre, la RFEF se reunió con las colegiadas para comunicarles el “bloque absoluto” de la situación. “Ellas rechazan la propuesta de la LPFF y la RFEF informa al CSD solicitando su intervención y hace una propuesta muy a mínimos para intentar desbloquear la situación porque queremos que haya fútbol femenino, pero a cambio de que quede reflejado de manera escrita”, recalcó.

“La Liga propone 3.300 euros, incluyendo a la cuarta árbitra y al informador. A las 21.00 horas tenemos una reunión con las árbitras y ellas deciden no arbitrar, contando con mi respaldo, el del CTA y el de la RFEF”, sentenció la responsable del Arbitraje Femenino de la RFEF, la cual está “totalmente abierta a un acuerdo”.

“Queremos que haya fútbol”, añadió la excolegiada, que reconoce que José Manuel Franco “intentó hasta el último momento que se desbloqueara la situación” y que esto pasa ahora “por llegar acuerdos”. “Para estar a tope y darle toda la calidad que se merece a la competición, las árbitras necesitan trabajar y contratos y salarios mínimos”, indicó Parga, que confirmó que la Primera RFEF “no se va a parar por no ser profesional”.


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