El equipo rojillo “luchará legalmente hasta las últimas consecuencias” y reprocha que la RFEF tilde de “infames” sus acusaciones
MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
La UEFA recomendó este viernes no admitir al CA Osasuna en la próxima edición de la Conference League debido a la corrupción de la directiva que hace nueve años había en el club pamplonica, cuya actual dirigencia señaló que recurrirá estos hechos “legalmente hasta las últimas consecuencias” y, además, consideró como un “ataque” la postura de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
Los inspectores del Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA comunicaron lo que se rumoreaba desde la consecución de la séptima plaza por parte del equipo de Jagoba Arraste. La vuelta a Europa de Osasuna, 16 años después estaba, en el aire; y así se confirmó con un informe oficial, “por unos hechos ocurridos en la temporada 2013/2014 y que, a juicio de la UEFA, contravienen su artículo 4.1g del reglamento de la competición”.
“Los inspectores de la UEFA consideran que la sentencia del Tribunal Supremo que condena a varios exdirectivos de la entidad ‘rojilla’ es motivo suficiente para excluir a Osasuna, nueve años después de los hechos, de las competiciones europeas. Eso, a pesar de que la misma sentencia es producto de la denuncia realizada por los actuales gestores del club en 2015 y fruto del trabajo de Osasuna como acusación particular durante todo el procedimiento judicial para perseguir a quienes desviaron, con fines poco claros, dinero de la entidad”, dice el club en un comunicado.
Osasuna respondió que “no comparte el criterio de la UEFA, recurrirá ante el Comité de Apelación y luchará legalmente, hasta las últimas consecuencias, por defender sus derechos”. El conjunto de El Sadar apunta que la justicia de la UEFA “no ha querido tomar en consideración que han sido los propios tribunales españoles de justicia quienes han declarado, literalmente, que Osasuna ha sido víctima del desvío de dinero realizado por algunos de sus exdirectivos”.
Por otro lado, Osasuna recuerda que fueron sus actuales gestores quienes denunciaron la actividad ilícita en el club. “Es también preciso recordar que esa temporada Osasuna descendió a Segunda División y que, posteriormente, estuvo a punto de descender una categoría más. El club tuvo que desprenderse de todo su patrimonio para saldar parte de sus deudas” y sus gestores “hipotecados”.
Según el conjunto español, la UEFA lanza un mensaje “contraproducente” para aquellas entidades que, ante el riesgo de ser sancionadas deportivamente por el máximo organismo del fútbol europeo, “opten ahora por no atacar de manera frontal la corrupción en el mundo del fútbol”. Además, el equipo rojillo señala el daño que sufrió el club con este caso y “el silencio de los principales organismos del fútbol español, entre ellos la RFEF”.
Desde Osasuna condenan las filtraciones en la prensa sobre esta posible sanción que se dio como casi segura. “Y con ese horizonte, sabiendo que las filtraciones no provenían de fuentes alejadas de los organismos que debían velar por la neutralidad del proceso, ha trabajado Osasuna desde aquel momento”, añade el comunicado.
“Creemos tanto en lo que hacemos, y en cómo lo hacemos, que no podemos permitir que se utilice al Club Atlético Osasuna, con la aquiescencia de quienes en 2014 miraron para otro lado, para solucionar los problemas de otros”, termina.
LA RFEF CALIFICA DE “INFAMIA” LA ACUSACIÓN
Poco después del contundente comunicado, la RFEF respondió al club navarro después de ser señalada con una “infamia”. “La RFEF quiere comunicar que es una infamia, una falta de respeto y una actuación muy grave que el club pretenda implicar a la RFEF en este asunto, curiosamente dejando de lado, siempre de manera sutil, el origen de las denuncias, y es de una gravedad extrema querer hacer creer a su digna y magnífica afición que la RFEF no ha apoyado o no apoya a su club”, dice el comunicado de la RFEF.
Además, según la Federación, Osasuna obvia asuntos importantes “refiriéndose en esa visión acusatoria única y exclusivamente a la RFEF y obviando, como siempre, a otras entidades, instituciones y representantes de instituciones que asesoraron en el pasado precisamente sobre este tema a los directivos inculpados y al propio club, asegurándoles que nunca sería sancionado”.
“El comunicado también obvia intencionadamente que la RFEF no actuó en ningún momento en este procedimiento como acusación particular porque entendió y defendió en todo momento la necesidad de preservar la inocencia del club y no siguió la estrategia de denuncias de otras instituciones a los que ahora intencionadamente los autores del comunicado ni los mencionan”, añade.
Por último, la RFEF defiende su actuación en este caso y asegura que ha respaldado la tesis del CA Osasuna, “como podrá acreditar de manera indubitada cuando corresponda y, cuando lo haga, espera que los autores de este comunicado y sus inductores pidan perdón públicamente a la RFEF”.
OSASUNA TILDA DE “EJERCICIO DE CINISMO” LA POSTURA FEDERATIVA
Mientras tanto, Osasuna replicó en otra nota que la RFEF usa “expresiones tan altisonantes como vacías” en “un ejercicio de cinismo por el que debería pedir perdón a una afición que, además de soportar el dolor de la injusticia, ahora tiene que asistir a un ataque a su club de quien no le ha tendido la mano en este proceso”.
El cuadro rojillo igualmente dijo que se trata de “un ataque que, ante la falta de argumentos y verdades, intenta enfangar el terreno aludiendo a disputas con otras instituciones que ni vienen al caso ni interesan lo más mínimo al club en este momento”.
“En cualquier caso, el posicionamiento público de la RFEF y de su presidente en relación al expediente abierto a Osasuna contrasta con el mantenido con otro club adscrito a su federación al que no ha tenido problema en defender públicamente en los medios de comunicación, pese a que la investigación disciplinaria de la UEFA ya estaba en curso”, añadió Osasuna en su segundo comunicado de prensa.
La entidad rojilla aludió a “un club perteneciente a una comunidad en la que algunos de sus medios de comunicación han contado con información de primera mano” del expediente osasunista. “Informaciones que han contribuido a construir un relato que sacrificaba al débil para favorecer al fuerte y que llegaban minutos después de las comunicaciones de UEFA realizadas directamente al equipo jurídico del club y en el que la RFEF era la única institución ‘en copia'”, desveló.
Igualmente, Osasuna se quejó de que la RFEF mantuvo silencio después de que el 7 de junio un medio de comunicación aseverase con rotundidad la exclusión rojilla de Europa. “El comunicado no llegó pese a que el club lo solicitó primero, verbalmente, y posteriormente de manera formal a través de una carta” que fue dirigida por el director general de Osasuna, Fran Canal, al presidente de la RFEF, Luis Rubiales.
Tras solicitarle a la RFEF que defendiera a Osasuna, Canal quiso saber “el posicionamiento” de Rubiales. Sin embargo, éste respondió: “Lo que no se puede es pedirle al presidente de la RFEF que intervenga pública o privadamente en un tema que está sujeto a una decisión de un órgano disciplinario que todos deberíamos entender y respetar en cuanto a su actuación independiente y justa con base a la normativa de UEFA”.
“Las más elementales normas de buena gobernanza nos obligan a aceptar la autonomía de estos órganos y la imposibilidad por mi parte de actuar en ningún sentido”, insistió Rubiales en una misiva que, a juicio de Osasuna, tenía “referencias innecesarias” porque “no” se le había pedido “intervención alguna en la investigación”.
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