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El Real Madrid sonroja al Barça y jugará la final de Copa del Rey

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Los blancos buscarán el título ante Osasuna tras asaltar, con ‘hat-trick’ de Benzema, el Camp Nou

BARCELONA, 5 (EUROPA PRESS)

El Real Madrid se enfrentará a Osasuna en la final de la Copa del Rey tras ganar al FC Barcelona (0-4) este miércoles en el Spotify Camp Nou, remontando el 0-1 de la ida en el Santiago Bernabéu, al arrollar con ‘hat-trick’ de Karim Benzema a un Barça que fue quizás algo mejor en la primera parte pero que fue borrado del mapa por los blancos en la reanudación.

Será el Real Madrid el que juegue la final de la Copa del Rey en Sevilla ante el conjunto navarro, que eliminó el martes al Athletic Club. Los dos clubes con mejor palmarés copero, Barça y Athletic, cayeron para dar lugar a una final menos esperada e inédita. El Real Madrid, abonado a grandes remontadas, logró una más para sonrojar al Barça ante su público.

No podrá luchar el Barça por un triplete nacional –ganó la Supercopa de España y tiene LaLiga casi ganada– y se rompió, y de qué manera, la racha de tres Clásicos seguidos ganados por el equipo de Xavi Hernández. Esta vez, con un resultado puede que abultado para lo visto hasta bien entrada la segunda mitad, el Real Madrid de Carlo Ancelotti ganó de forma clara y merecida para volver a una final copera. Algo que no hacía desde 2014, cuando ganó al Barça.

El Real Madrid, motivado por el gol in extremis con el que cerró la primera parte, salió más vivo al terreno de juego y a los 5 minutos de la reanudación Karim Benzema, esta vez sí fue él, adelantó a los de Carlo Ancelotti en esta semifinal. Luka Modric fue internándose desde la derecha hasta darle un pase preciso al francés, que de primeras marcó el 0-2.

Esta corriente cogió fuerza y se llevó al Barça de su feudo. Los blaugranas estaban perdidos, arrollados por el empuje de un Real Madrid que fue a más hasta marcar el 0-3, de penalti cometido por Kessié a Vinicius Jr, obra de Karim Benzema. Antes la tuvieron Raphinha y Araujo, pero de nuevo se vivió la situación del final de la primera parte. El Barça avisaba, el Madrid marcaba.

La goleada no fue mayor porque Rodrygo no llegó a rematar un buen centro de Modric tras un regalo de Marcos Alonso, en el minuto 60. Y en el 78′, Marco Asensio (primer refresco blanco) puso a prueba a Ter Stegen tras una contra. Esta vez el alemán pudo evitar el 0-4, pero no lo hizo poco después, cuando Karim Benzema volvió a firmar otro ‘hat-trick’ (tras el del Valladolid en Liga) en una enésima contra blanca, culminada con brillantez.

Y eso que la eliminatoria llegó igualada al descanso tras un final que no permitió a nadie ni pestañear. El control pasó de ser blaugrana a blanco, las ocasiones más peligrosas (pocas) estuvieron repartidas, pero en el último minuto saltó la banca. El Barça tuvo el 1-0 en botas de Robert Lewandowski pero Thibaut Courtois realizó un paradón marca de la casa. Y, en la contra que montó el Real Madrid, llegó el primer gol blanco.

Rodrygo, Benzema y Vinicius Jr –la apuesta de Carlo Ancelotti– tenían espacio para correr. El Real Madrid halló una de sus vías predilectas al gol y la aprovechó. ‘Vini’ remató desde dentro del área, el central blaugrana Koundé pudo tocar el balón y desviarlo pero no lo suficiente, y por si acaso Benzema metía la puntera para asegurar el tiro. El gol fue, y así se lo dieron, al brasileño.

Suele decirse eso de que se pasa ‘del 1-0 al 0-1’, pero pocas veces fue tan real como en esta ocasión. El cruce se igualaba, y dejaba un Clásico que había sido caliente listo para calentarse más, también en el sentido bueno de poder crecer a nivel futbolístico. El Barça quizá tuvo más ocasiones, pero el Real Madrid tiró de su ‘AND’ con criterio. Y se confirmó en la segunda parte, dándose un ‘festín’ ante un Barça perdido, incapaz de volver a jugar a fútbol tras el 0-2.

Fue valiente, ya de inicio, Carlo Ancelotti al situar a Rodrygo en el extremo derecho, para formar ese tridente con Benzema y Vinicius Jr. Con ello, Valverde regresó al centro del campo junto a los intocables Modric y Kroos y, la otra sorpresa, fue ver a Camavinga como lateral izquierdo, sufriendo pero jugando a buen nivel ante Raphinha, al que acabó por ‘secar’.

Xavi, por contra, fue más precavido. No hizo cambios de sistema, ni de nombres. Lo que tenía es lo que puso. Y, pese a no buscar la sorpresa, el Barça supo poner el ritmo al partido en su inicio. Reclamó un penalti por mano –negado por Munuera y el VAR– nada más empezar y tuvo más ocasiones, pero sin la puntería que sí tuvo el Real Madrid para ponerle ‘chispa’ al duelo y acabar incendiando el actual Camp Nou, que vivió seguramente su último Clásico.

El Barça, salvo contratiempo, jugará la próxima temporada en Montjuïc mientras el feudo ‘culer’ se moderniza. Así que puede que el último Clásico tenga este tan mal recuerdo. El de ver dejar escapar una final copera ante el eterno rival y siendo arrollado en juego y resultado. El Madrid irá a La Cartuja el seis de mayo y al Barça le queda recuperarse para no dejarse remontar en LaLiga. Eso sí sería hundirse, más que con este 0-4.


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