
El equipo azulgrana se mete en la final de Copa con un cómodo 3-1 en el Johan Cruyff tras el 0-5 de la ida
MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El Barça Femení venció (3-1) al Real Madrid este miércoles en la vuelta de semifinales de la Copa de la Reina Iberdrola 2024-2025 para agrandar la brecha en duelos contra el equipo blanco y certificar sin discusión su billete a la final.
Después del 0-5 en la ida en el Estadio Alfredo di Stéfano, el orgullo del Madrid estaba más en juego que el pase a la final. Las de Alberto Toril aguantaron el primer tiempo con una seriedad defensiva que no tuvieron el pasado jueves, pero la máquina azulgrana terminó encontrando los caminos al gol.
Patricia Guijarro, en el primer tiempo, y un doblete de Ewa Pajor como revulsivo para el segundo acto dieron el billete a un Barça que defenderá el título copero contra Atlético de Madrid o Granada CF. En el descuento, Signe Bruun hizo el gol de la honra, 30-1 en el global de los últimos ocho enfrentamientos: Clásico azulgrana.
Con todo y pese a ese duro 0-5 desde el pitido inicial, las de Toril se tomaron muy en serio el partido, sobre todo en los esfuerzos defensivos. Al Barça le costó conectar, pero Caroline Graham Hansen dio muchos problemas generando juego por la banda, como hizo filtrando el único gol del primer tiempo en el 24′.
Al Madrid se le acumuló el trabajo y no le dio para generar peligro en el otro área, pese a los movimientos de Athenea del Castillo, Sandie Toletti y una Melanie Leupolz que regresaba al once tras lesión desde la Supercopa. Ya antes del descanso, los desmarques de Salma Paralluelo hicieron pronosticar un partido largo para un Madrid que encajó el segundo nada más volver de vestuarios.
Ewa Pajor demostró su gran estado de forma, robó el balón a María Méndez y firmó un 2-0 que cayó como muy pesada losa sobre las visitantes. La delantera polaca, que ya firmó un ‘hat trick’ en la ida, firmó su doblete particular poco después. Con el Clásico resuelto, tanto Pere Romeu como Toril rotaron lo que pudieron.
El Barça bajó el ritmo, aunque siguió llegando con facilidad, un equipo que no solo es el rival a batir en competición nacional, sino a nivel continental como vigente doble campeón de Europa. El Madrid acabó con la sequía de al menos marcar un gol con Bruun, para centrarse ahora en la persecución en Liga F y en la Champions.
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