Los diferentes grupos de trabajo también podrán elevar mociones y proposiciones y se creará un Observatorio del Barrio y de los Pueblos.
La creación de vocalías ciudadanas y de un Observatorio del Barrio y de los Pueblos, así como dar mayor visibilidad a las alcaldías de los pueblos en los consejos de distrito son algunos de los objetivos que el Ayuntamiento de València quiere conseguir con la modificación del Reglamento Orgánico de la Administración de las Juntas de Distrito, que será sometida para su aprobación inicial en el Pleno del mes de diciembre, según ha explicado en rueda de prensa la concejala de Participación y Transparencia. Neus Fábregas ha dado a conocer las principales líneas del nuevo reglamento, en fase de elaboración durante los últimos meses.
Una vez aprobado inicialmente y tras un periodo de exposición pública, el nuevo reglamento volverá al Pleno para su aprobación definitiva y entrada en vigor de esta nueva herramienta de participación ciudadana que –en opinión de Fábregas- «supone una apuesta por una transformación profunda en la forma de entender la democracia y la relación entre los vecinos y vecinas y las instituciones. Se pasa de una democracia representativa a una democracia participativa, en la que Ayuntamiento y ciudadanía cogestionan y codiseñan las políticas públicas de los barrio de nuestra ciudad».
Ha recordado Fábregas que fruto del trabajo conjunto entre las asociaciones ciudadanas y el Ayuntamiento, el Pleno ya aprobó en diciembre de 2017 un Modelo de Participación, y que desde 2015 se ha trabajado para mejorar las juntas de distrito, «en las que se han realizado más de 38.000 gestiones anuales, con mayores competencias como la gestión del bono de la EMT». Se ha referido a la creación y apertura de tres nuevas juntas de distrito en los pueblos de València, a la adaptación de sus sedes para hacerlas accesibles y adaptadas a la diversidad de todos y todas, a la instalación de datáfonos para hacer más rápida y sencilla la atención a la ciudadanía, o al aumento de su personal. «También hemos ido aumentando su presupuesto que en 2019 será de 200.000 euros, y fomentando su implicación en los procesos participativos Decidim VCL, además de mejorar la difusión de las muchas actividades que en ellas se realizan».
OPINAR, PROPONER, DEBATIR Y DECIDIREl nuevo reglamente presentado hoy por Neus Fábregas en el edificio municipal de Tabacalera va en la línea de conseguir unas juntas municipales de distrito que «sean espacios donde el vecindario de cada distrito pueda opinar, proponer, debatir y decidir sobre las políticas del Ayuntamiento. Para ello era necesario modificar su reglamento, para transformar las juntas municipales en verdaderos espacios de construcción y toma de decisiones colectivas».
Entre los cambios que traerá el nuevo reglamento destaca el de la creación vocalías ciudadanas en unas juntas donde hasta ahora únicamente tenían voz y voto los grupos políticos municipales. «Incluimos una representación de las entidades y organizaciones sociales de cada distrito con la finalidad de que la ciudadanía tenga voz y también voto en el Consejo de Distrito». Estos vocales representantes de la sociedad civil se elegirán entre las entidades ciudadanas inscritas en el Registro Municipal de Entidades «que tengan una actividad efectiva en la junta de distrito. Estas vocalías ciudadanas supondrán el equivalente a un tercio del número de vocalías de los grupos políticos con representación municipal»En cuanto a los Consejos de Distrito, el nuevo reglamento supone un cambio para que la ciudadanía tenga más participación, además de promover la visibilidad de las alcaldías de los pueblos de València y abrir la posibilidad de que los grupos de trabajo, a través de las vocalías ciudadanas, puedan llevar mociones los consejos de distrito»Otra de las novedades que traerá el nuevo reglamento es la creación del Observatorio del Barrio y de los Pueblos, como «una herramienta de análisis y diagnóstico de la situación urbanística y social de los diferentes barrios de la ciudad». El objetivo es que haya comunicación y se hable entre los barrios, «de forma que puedan reflexionar sobre el bien común de todos y de todas dentro de esa apuesta por una transformación profunda en la forma de entender la democracia y la relación entre el vecindario y el Ayuntamiento».
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