Ribó asegura que «no es bueno alarmar a la ciudadanía y tomar medidas por encima de lo razonable».
«Normalidad, dentro de las condiciones excepcionales, y, afortunadamente, ningún problema serio». Este es el balance tras el último episodio de lluvias que ha vivido la ciudad de València, y que tuvo su punto álgido en la jornada del viernes, con una tromba de agua que descargó más de 100 litros por metro cuadrado, especialmente en la zona norte urbana. El alcalde, Joan Ribó, ha destacado el buen funcionamiento de los servicios municipales que, aparte de los lógicos inconvenientes, ha permitido que no se hayan registrado problemas de gravedad.
Las lluvias han continuado durante todo el fin de semana y la mañana de hoy, aunque a un ritmo asumible y propio de esta época del año. Desde el momento en que se decretó la alerta, se constituyó formalmente el Centro de Coordinación Operativo Municipal (CECOPAL) por Emergencia 1 por inundaciones, entidad responsable de preparar y coordinar todas las actuaciones necesarias. Asimismo, se activó el Plan Municipal ante Riesgo de Inundaciones después de que la Generalitat decretase nivel naranja por la amenaza de fuertes precipitaciones en la provincia.
El alcalde ha explicado cómo, desde el Ayuntamiento se ha estado siguiendo toda la información de AEMET; y, viendo los informes, se optó mantener abiertos los colegios. «Obviamente, para establecer determinadas medidas y limitaciones como cerrar centros escolares entre otras, nos hemos de basar en datos objetivos», ha explicado Joan Ribó. «Si hay un nivel rojo de alerta, se aplican ciertas medidas según los protocolos, como la suspensión de las clases en los centros educativos de la ciudad; y si hay otro tipo de alarma, se establecen otras medidas».
El alcalde de València ha asegurado que, en esta ocasión, las cosas se han planificado en la medida necesaria para que todo funcionará de una manera normal, y se ha mostrado contratio a «alarmar a la ciudadanía de forma innecesaria: tomar medidas por encima de lo que puede pasar no es razonable; cerrar todas las dependencias para evitar cualquier riesgo no es una buena solución, si no es necesario».
Ante los periodistas que se han interesado por la gestión del episodio de lluvias, el alcalde ha recordado que el pasado viernes «hubo un momento que llovió unas cantidades realmente muy elevadas en València», y ha subrayado que, «por desgracia, eso es algo que estamos viendo cada vez más, hay que tomar conciencia». Pero, más allá de las lógicas molestias, de los problemas en los accesos, túneles y pasos subterráneos, o en las universidades, afortunadamente no ha habido problemas más graves». De hecho, por ejemplo, pese a la gran cantidad de agua, se han contabilizado 6 caídas de árboles en toda la ciudad. «Lo que se ha producido en València –ha concluido el alcalde- ha sido una serie de inconvenientes pero no habido ningún problema de gravedad».
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