Valía destaca que “no tiene sentido contaminar en un sitio e irse a descontaminar a la otra punta del planeta”
VALÈNCIA, 9 (EUROPA PRESS)
Emivasa, la empresa mixta formada por el Ayuntamiento de València y Global Omnium para gestionar el servicio público de suministro de agua y el abastecimiento domiciliario de agua potable en esta ciudad, ha desarrollado un “método pionero” para que la huerta de este término municipal se convierta en un sumidero de carbono y los agricultores cobren por compensar CO2 con el cultivo de los campos. Aenor será la entidad encargada de certificar esta acción.
Así lo ha anunciado este viernes la edil del Ciclo Integral del Agua en la capital valenciana y presidenta de la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi), Elisa Valía, que ha destacado que con esta iniciativa se busca devolver a la huerta y a quienes la trabajan parte de lo que durante siglos han aportado a la ciudad, contribuir al mantenimiento de este ecosistema y hacer también atractivo su cultivo al contar con un complemento.
Valía, que se ha pronunciado de este modo en la presentación de este proyecto, ha compartido estas ideas con el resto de entidades y colectivos que lo impulsan e implicados en él. Junto a ella han comparecido Dionisio García, CEO de Global Omniun; el presidente del Tribunal de las Aguas de la Vega de València, José Alfonso Soria; el secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural y director de la Agencia Valenciana de Fomento y Garantía Agraria, Roger Llanes; y el director de Marketing y Desarrollo de Negocio de Aenor, Javier Mejía.
“Nunca se ha podido medir y certificar” esa compensación de CO2, “ahora queremos ser capaces de certificarlo para que todos los recursos destinados al impacto medioambiental se queden nuestro entorno y que todo el dinero enviado fuera se quede” aquí para así “contribuir al futuro y a la sostenibilidad financiera de la huerta y que sea motor económico de la ciudad”, ha expuesto la edil.
Asimismo, ha resaltado la novedad de una propuesta que, según ha dicho, se repicará en otros lugares a partir de la experiencia de València para cuantificar, certificar y después poder compensar la contribución de la huerta a retirar CO2 del ambiente.
“Cualquier entidad tiene preferencia por compensar en su entorno y no irse a otra parte del plantea. No tiene sentido contaminar en un sitio e irse a descontaminar a la otra punta del planeta”, ha apuntado la edil, que ha aludido así a las plantaciones de árboles que se impulsan en zonas alejadas como el Amazonas.
La titular del Ciclo Integral del Agua ha valorado el acuerdo alcanzado para respaldar una iniciativa que será “un éxito” y que tendrá “resultados en breve”, así como el “rigor” que todos los implicados le aportan. A la presentación han asistido también el director general Agricultura de la Comunitat Valenciana, Antonio Quintana; Miguel Polo, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar; representantes de Fecoreva, de la Federación de Cooperativas y de AVA-Asaja, UPA y la Unió.
La metodología planteada persigue determinar el CO2 que es capaz de absorber la huerta de València y convertirla así en un sumidero de carbono, lo que posibilitaría que en un futuro la agricultura local pudiera fijar derechos de emisión de CO2 y beneficiarse de ello.
Emivasa trabaja ahora con la comunidad de regantes en el proyecto piloto para medir cómo la agricultura valenciana puede generar derechos equivalentes para compensar la huella de carbono que emite esta entidad al desarrollar su actividad. El trabajo de campo que empieza ahora busca “demostrar la validez de dicha metodología y lograr la certificación de Aenor”.
El representante de esta última ha explicado que participa en esta propuesta “porque contribuye al propósito de Aenor de generar confianza entre organizaciones y personas; porque el diseño y la concepción del proyecto van a ayudar a un sector crítico, como es el de la agricultura en el ámbito nacional y particularmente en la Comunitat Valenciana”, y por el convencimiento de que el rol de esta firma “puede contribuir al éxito” de la iniciativa.
“PROPIOS SUMIDEROS”
El presidente del Tribunal de las Aguas ha precisado que la huerta de la Vega de València tiene una extensión de 7.800 hectáreas. Elisa Valía ha considerado que “Europa necesita crear sus propios sumideros de carbono” y ha asegurado que el hecho de que “ese movimiento pivote en potenciar la economía local es doblemente beneficioso”.
“La emergencia climática nos obliga a actuar y, de nuevo, demostramos que en València no estamos esperando las soluciones” sino que “las estamos desarrollando y aplicando con éxito”, ha apostillado la responsable municipal. Ha insistido en que la huerta valenciana es “un tesoro” que se debe “cuidar” y “potenciar de manera sostenible”.
Preguntada por los plazos que se estiman para obtener resultados, Elisa Valía, que ha precisado que “solo fija CO2” el terreno “que se está cultivando” y ha matizado que las mediciones y compensaciones afectarán únicamente a estos, ha explicado que se habla de “un año para validar la metodología”. Tras ello, ha indicado que se prevé que al siguiente año se pueda trabajar para todo los agricultores tengan certificado de cuánto está fijando su campo.
“MERCADO QUE CRECE”
“Son plazos aproximados”, ha apostillado la edil. Los responsables de la iniciativa han comentado que no se sabe aún con detalla cómo se plasmará la compensación, que “puede llegar de muchas formas”. No descarta que una de ellas sea a través de la comunidad de regantes, compensando pagos y derramas.
Respecto al dinero han afirmado que es “difícil cuantificar” en la actualidad “cuánto valdrán esos derechos de carbono” próximamente teniendo en cuanta que es “un mercado que crece de manera exponencial y que cada vez hay más demanda de proyectos de compensación”. “Es arriesgado adelantarse a hacer una previsión”, han dicho.
- Te recomendamos -
