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Una médica desmiente haber falsificado la vacunación de una familia conocida para permitirles viajar fuera de España

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Fiscalía pide cuatro años de prisión para ella por un delito continuado de falsedad y una multa de 7.200 euros

VALÈNCIA, 16 (EUROPA PRESS)

Una médica de un centro de salud de Aldaia (Valencia) ha negado este miércoles haber falsificado en el sistema informático de la Conselleria de Sanidad que una familia conocida suya había recibido la vacunación contra la covid-19 en noviembre de 2021 para que pudieran obtener certificados que les permitieran viajar fuera de España.

Fiscalía ha solicitado para ella en la causa celebrada este miércoles en la Sección Tercera de la Audiencia de Valencia cuatro años de cárcel por un delito continuado de falsedad de documento público y el pago por una multa de 7.200 euros, aunque al elevar las conclusiones a definitivas ha señalado al Tribunal que, por vía de informe, aceptaría una pena de tres años de prisión al suprimir la continuidad de la falsedad. La defensa reclama por su parte la absolución.

“Solo les pedí la vacuna Pzifer por hacerles un favor porque los hijos son autistas y la madre tiene una enfermedad autoinmune y era la marca que tenía menos efectos secundarios”, ha apuntado la facultativa, que fue despedida por estos hechos.

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Los hechos sucedieron, según el ministerio público, en la madrugada del 21 al 22 de noviembre cuando la acusada estaba de guardia en el centro y aprovechando que la enfermera se había dejado su tarjeta de identificación en el lector del ordenador y que no estaba presente, accedió al sistema Abucasis de Sanidad para proceder a registrar la administración de la vacuna contra la covid-19 a un paciente al que, sin embargo, no se le había citado ni administrado el suero.

A continuación, para crear la apariencia de que el paciente sí había sido citado, intentó firmar la cita con la misma tarjeta de la enfemera, pero al requerirle el sistema que introdujera el pin de seguridad no pudo proseguir con la operación. Por ello, para seguir con “la maniobra fraudulenta” usó entonces su propia tarjeta en otro ordenador, según la acusación pública.

Sin embargo, la acusada ha mantenido que la familia nunca le comunicó que tuvieran planeado un viaje familiar y ha alegado que, en caso de que necesitaran un certificado, ella, que también trabaja en la sanidad privada, tenía otros métodos para proporcionárselo como PCR negativas. Además, ha afirmado que en el caso de fuera cierta esta acusación –“que no lo es”, ha recalcado– hubiera solicitado la marca Janssen que en ese momento requería una sola dosis, y no dos como Pzifer, para obtener el certificado.

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Así, ha insistido en que desconocía completamente el procedimiento porque la vacunación es una responsabilidad de Enfermería, no de los médicos, y que solo trataba de pedir las dosis de Pzifer “sin consultarlo a nadie porque estábamos en un momento delicado”, pero los dos ordenadores “se bloquearon”. “Ni siquiera sé si conseguí terminar de pedirlas”, ha señalado.

“ESTABA EN SHOCK”

La procesada, preguntada por el fiscal por qué le confensó esa noche a la enfermera, al celador y a la supervisora que lo hizo para que pudieran viajar a Nueva York, como los testigos han confirmado, ha señalado: “Estas personas tuvieron media noche para hablar mientras yo tomaba diazepanes porque estaba en shock, pero yo no pude decirlo”.

Ha señalado que tampoco recuerda decir a la enfermera que lo borrara y que tampoco le aceptaron citar a la mañana siguiente a los pacientes para administrarles las vacunas y solucionarlo. “Solo quise hace un favor, es un error que yo cometí por no conocer el procedimiento de cómo se piden, pero mi intención era clarísima: ponerles esas dosis”, ha señalado haciendo uso de su derecho a decir la última palabra.

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Por contra, la enfermera ha declarado que la última vez que usó su ordenador fue a las 23.30 horas y que ella nunca se deja las historias clínicas abiertas, pero cuando volvió a acceder a él cerca de las 4.00 horas del día 24 encontró en la pantalla que se había registrado la vacuna a las 23.47 horas. “No era una solicitud de vacuna, era un registro”, ha confirmado. La supervisora ha coincidido en que Abucasis “no es un programa de solicitud de vacunas, sino de registro y administración” y ha señalado que ni siquiera tenían ese lote en las neveras del centro de salud.

El padre de la familia ha señalado que su intención “siempre” fue vacunarse contra la covid, pero que al final no lo hicieron porque tras este episodio “nadie” les podía garantizar que les inocularan con Pzifer y, ha recalcado, “no me la iba a jugar con mi esposa y mis hijos sin criterios científicos”.


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