El proyecto desarrollado en Nueva Zelanda por el investigador David Ruiz-García es el más amplio registrado hasta la fecha
VALÈNCIA, 28 (EUROPA PRESS)
El investigador predoctoral de la Universitat de València (UV) y colaborador de la Fundación Oceanogràfic, David Ruiz-García, ha llevado a cabo el estudio más amplio registrado hasta la fecha sobre tiburones de profundidad, con el objetivo de evaluar su estado de salud tras ser capturados de forma accidental en operaciones pesqueras.
El proyecto, desarrollado en Nueva Zelanda, busca generar una herramienta científica y predictiva que permita reducir la mortalidad de estas especies tras ser devueltas al mar, muchas de ellas en condiciones “críticas”, según ha informado l’Ocenogràfic en un comunicado.
Además, pretende establecer las bases para futuras medidas de conservación de estos tiburones, muchos de los cuales están amenazados debido a su lenta capacidad reproductiva y a la sobreexplotación pesquera.
Entre las especies estudiadas destacan el quelvacho negro (Centrophorus squamosus), el carocho (Dalatias licha) o la mielga (Squalus acanthias), cuya baja tasa de reproducción y vulnerabilidad han llevado a una alarmante disminución de sus poblaciones a nivel global.
Ruiz-García se ha embarcado durante un mes en un arrastrero que opera en la meseta de Chatham Rise, una región al este de Nueva Zelanda con gran biodiversidad marina. Gracias al apoyo del National Institute of Water and Atmospheric Research (NIWA) y otras organizaciones internacionales como Save Our Seas Foundation y Zoetis, ha conseguido estudiar 1.300 tiburones de 30 especies distintas capturados de manera accidental.
Durante el embarque, Ruiz-García ha evaluado la condición de salud de los animales desde tres perspectivas: la física, la comportamental y la fisiológica. Cada ejemplar ha sido sometido a un análisis de observación de heridas, hematomas y respuestas a estímulos, así como la toma de muestras de sangre para medir parámetros biológicos. Los datos servirán para desarrollar un modelo predictivo capaz de medir el impacto de la captura accidental en estas especies.
FORMACIÓN PREVIA Y ANÁLISIS DE DATOS EN EL OCEANOGRÀFIC
El papel del Oceanogràfic y su Fundación ha sido “fundamental” en la formación del investigador predoctoral en las técnicas de manejo, mantenimiento y bienestar de los animales, así como en el desarrollo de los protocolos de análisis, ha detallado el centro.
Los veterinarios del acuario valenciano han colaborado estrechamente junto a Ruiz-García e investigadores del NIWA para definir los indicadores más relevantes a evaluar. Actualmente, las muestras fisiológicas recogidas durante la expedición se analizan en l’Oceanogràfic (CACSA-GVA), lo que permitirá completar el conjunto de datos necesario para validar el modelo y empezar a desarrollar la herramienta.
“GRAN ÉXITO”
Según explica Ruíz-García, “la falta de un protocolo estandarizado para evaluar la salud de los tiburones es un vacío que hemos querido llenar con este proyecto. Nuestro objetivo es desarrollar un protocolo que permita aplicar medidas de gestión más eficaces y adaptadas a estas especies tan vulnerables”.
“El estudio está siendo un gran éxito, no solo por constituir el mayor esfuerzo realizado a nivel mundial, con un número excepcionalmente alto de tiburones examinados, sino también por contar con el respaldo de instituciones internacionales”, ha mencionado Ruíz-García.
El siguiente paso será analizar de los resultados y presentar las conclusiones en publicaciones científicas y eventos de divulgación para proponer nuevas medidas de conservación que aseguren la protección de estos animales amenazados. Este proyecto representa un “avance significativo” en el conocimiento de estas especies “esenciales” para los ecosistemas marinos y ofrece una esperanza para garantizar su conservación a largo plazo.
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