ALICANTE, 23 (EUROPA PRESS)
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Alicante ha intervenido en el Puerto de Santa Pola (Alicante) 31,5 kilogramos de gamba roja, pulpo de roca y rape que estaban comercializándose sin haber sido presentados a primera venta en la lonja. Además, los ejemplares de pulpo y rape eran inmaduros, según ha informado el instituto armado en un comunicado.
El pasado 13 de diciembre, los agentes del Seprona hallaron diversas irregularidades en una inspección realizada en el puerto de Santa Pola. Entre ellas destacaba que las especies de gamba roja, pulpo de roca y rape no se habían declarado en el diario de a bordo de los buques pesqueros.
La primera venta es la que se realiza en los puntos establecidos al efecto (normalmente la lonja), que debe producirse cuando se desembarca la mercancía, en la que se debe acreditar con la debida documentación el precio del producto pesquero y su trazabilidad.
Una vez presentado en la lonja, el producto pasa los controles sanitarios necesarios para que puedan comercializarse. Si las especies no pasan por este proceso se impide tener información fidedigna sobre la especie de la que se trata, su precio, origen, conservación, fechas de consumo óptimo, etcétera. Por otra parte, ocultar estas capturas, hace que no se pueda llevar un control real sobre el número real de pescas de cada especie dentro de un caladero determinado.
Desde el Instituto Armado recuerdan que no respetar la madurez de las especies al capturar los ejemplares, y sobrepasar el cupo de pesca que corresponde al caladero, como ha sucedido en este caso, pone en peligro la supervivencia de las especies y perjudica las posibilidades alimentarias futuras.
Los infractores, tres buques pesqueros y un comerciante minorista, han sido denunciados ante la autoridad competente, que es la Sección de Pesca Marítima de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, al haber procedido a la venta ilegal de parte de la mercancía.
Por estos hechos, sus autores se enfrentan a sanciones de entre 601 a 60.000 euros al infringir de manera grave la Ley 3/2001 de Pesca Marítima del Estado.
En total, el Seprona ha intervenido 12 kilogramos de gamba roja (Aristeus antennatus), 16 kilogramos de pulpo de roca (Octopus vulgaris) y 3,5 kilogramos de colas de rape (Lophius piscatorius).
La gamba roja ha sido intervenida de manera cautelar para su presentación a primera venta. Una vez que pase los pertinentes controles realizados por los veterinarios, podría ser comercializada de forma regular. Por el contrario, el resto, ha sido intervenido para su destrucción, detallan.
Los agentes del Seprona inspeccionan de forma periódica la pesca y su venta, una intervención que se incluye en el marco del Plan Anual de Control e Inspección de las Actividades Pesqueras (PACIAP) para prevenir el fraude en el comercio de las especies marinas.
Estas inspecciones se intensifican en las fechas en las que la venta se incrementa, como es el caso del marisco en Navidad, pero se llevan a cabo durante todo el año.
De hecho, en otras dos inspecciones se han intervenido más de 1.300 kilogramos de quisquilla ilegal.
Otras dos inspecciones de hace unos meses en el Puerto de Santa Pola, se detectaron más de 1.300 kilogramos de camarón soldado (Plesionika edwardsii), conocida como quisquilla, que estaban siendo descargadas en almacenes mayoristas sin haber sido declaradas en primera venta en la lonja.
En la localidad de Santa Pola tienen base distintos buques de pesca dedicados a la captura de esta especie, que se realiza de forma generalizada en el Mediterráneo, en la zona del sur de Italia y otros puntos próximos. Estos buques pescan los ejemplares mediante el empleo de nasas. Las jornadas de captura suele durar más de un mes, así que la quisquilla es congelada y envasada en el mismo buque.
JORNADAS DE CAPTURA
Una vez finalizadas las jornadas de captura, los buques optan, o bien por la descarga en un puerto italiano y su traslado por carretera hasta Santa Pola, o bien, navegar hasta Santa Pola y realizar la descarga en las instalaciones de ese puerto.
En cualquiera de las dos opciones, los productos deben ser presentados a primera venta. Sin embargo, en sendas inspecciones que se realizaron el 11 de julio y el 16 de agosto, los agentes comprobaron que la cantidad total declarada (1.300 kilogramos) no coincidía con la que realmente transportaban.
Ante estos hechos, los efectivos procedieron a intervenir de manera cautelar los 1.300 kilogramos de quisquilla para poder proceder a su presentación a primera venta en la Cofradía de Pescadores.
Los responsables, dos buques de pesca y tres empresas, fueron denunciados por infracciones, clasificadas como graves, que conllevan posibles sanciones que oscilan entre los 601 y los 60.000 euros por infracciones graves recogidas en la Ley 3/2001 de Pesca Marítima del Estado.
La Guardia Civil ha remitido las actas al Departamento de Agricultura, Pesca y Alimentación de la Subdelegación del Gobierno de Alicante, autoridad competente en este caso, puesto que aún no se había producido la venta ilegal del producto no declarado.
- Te recomendamos -
