VALÈNCIA, 24 (EUROPA PRESS)
La Sala Russafa de València celebra el 27 de marzo, Día Mundial del Teatro, con el arranque de las funciones de ‘Hoy no estrenamos’, una comedia de L’Om Imprebís que retrata el poder de las artes escénicas y de la cultura para sanar las heridas de la vida cotidiana.
Desde este jueves y hasta el 6 de abril, dentro del ‘Cicle de Companyies Valencianes’ del teatro de Ruzafa puede verse esta pieza “desternillante y con sus puntos emotivos, que toca el alma al tiempo que desata carcajadas”, destacan los responsables de la sala en un comunicado.
Ganadora del Premio del Público al Mejor Espectáculo de Sala en la Feria de Teatro Castilla y León – Ciudad Rodrigo (2023), transcurre en una escuela de interpretación para aficionados cuyo alumnado demuestra cómo tragedia y comedia son las dos caras de una misma moneda que, en esta obra, decididamente ha caído del lado del humor.
Sus personajes van desde un ex torero que busca nuevas vías para ganarse la vida, a una enfermera que sufre estrés, dos hermanas gemelas con un hombre en común, un preadolescente freak o un viudo reciente que cumple con los últimos deseos de su esposa, entre otros. Cada uno encarna diferentes formas de relacionarse con el arte, de refugiarse en el teatro para compensar situaciones cotidianas como bullying, separaciones amorosas, problemas de acceso a la vivienda o en su vida laboral.
La función sube a las tablas “un crisol de personas corrientes que encuentran en citas de grandes personajes de Shakespeare, Calderón, Ibsen o Chéjov el empuje y la perspectiva para seguir adelante”. “Todo ello en el divertido caos de armar una función de fin de curso que parece imposible”, explican.
Al contrario que los espectáculos de improvisación que caracterizaron gran parte de la trayectoria de esta compañía valenciana, el montaje que puede verse esta semana y la próxima en Sala Russafa es una obra de texto, pero de texto escrito sobre el escenario, que fue configurándose tras trabajar con improvisaciones y situaciones que la formación quería explorar.
“Cuando ya estábamos saliendo de la pandemia, nos dábamos cuenta de que había una sensación de insatisfacción generalizada. Y nos preguntamos cómo estarían ahora algunos de los personajes de La Crazy Class, un espectáculo de hace 9 años. Así que fuimos trabajando con ellos, depurándolos. Y su evolución, la nuestra como artistas y quizá la de la sociedad, se muestra en Hoy no estrenamos”, explica Santiago Sánchez, codirector de la pieza junto a Michel López e intérprete junto a Víctor Lucas, Carles Montoliu y Carles Castillo.
La comediafunciona de manera independiente al anterior espectáculo y que para Imprebís supone una “carta de amor al teatro”.
Sánchez reflexiona sobre lo curioso de que una compañía con más de treinta años de trayectoria recree sobre las tablas el ambiente de los aficionados al teatro. “Nos han inspirado mil situaciones que hemos vivido cada uno impartiendo cursos y talleres, viendo cómo el alumnado se acerca a este mundo con una ilusión, con una inocencia envidiables. Esta profesión te da grandes satisfacciones y, al mismo tiempo, puede ser muy ingrata. Pero nos encantaría pensar que seguimos teniendo el mismo amor por las artes escénicas que tienen los amateurs”, señala el actor y director de escena.
Quizás gracias al entrenamiento que aportan tres décadas sobre los escenarios, el elenco de Hoy no estrenamos es capaz de mantener el ritmo y el perfecto engranaje que requiere el hecho de que dos de sus intérpretes estén en constante transformación sobre el escenario, encarnando hasta a 12 personajes.
“Carles Montoliu y Carles Castillo son verdaderos virtuosos, con un solo gesto o con un pequeño detalle de atrezo son capaces de pasar de ser una bailarina a un militar. El público se ríe muchísimo y siempre nos comentan que se quedan perplejos cuando ven que solo salimos cuatro a saludar al acabar la función porque creían que había más actores”, comenta Santiago sobre unas representaciones que no solo dan alegría a los espectadores, también a la propia compañía.
En poco más de dos años han realizado más de un centenar de funciones, llevando esta propuesta a teatros y ferias de todo el país, con el apoyo del público y la crítica. Una gira que tras su paso por Valencia seguirá en abril en el Festival Internacional de Caracas y en julio, dentro del Festival Grec de Barcelona.
Pero antes, Sala Russafa la presenta al público valenciano como la mejor opción para celebrar la pasión por las artes escénicas en el Día Mundial del Teatro, con las carcajadas, risas, pellizquitos de emoción y cucharadas de realidad de este espectáculo que reivindica el escenario como un mundo mejor. Un lugar donde todos caben, donde cualquier cosa es posible.
CONCIERTO GABRIEL RÍOS
Por otra parte, Gabriel Ríos tenía previsto pasar por Valencia dentro de su gira europea a principios de noviembre de 2024, pero las consecuencias de la dana obligaron a aplazar su actuación en ‘Los Conciertos de Sala Russafa’. Una deuda que quedará saldada el miércoles 26 de marzo con la presentación en vivo de su nuevo trabajo, Playa Negra.
Con una carrera musical que arrancó hace más de 25 años en la escena punk independiente belga, donde el cantante y músico portorriqueño estudiaba Bellas Artes, la libertad ha caracterizado el estilo compositivo de este artista que ha investigado diversos géneros. Y que, en su anterior trabajo en castellano, el primero de su discografía, le acercó a ritmos y sones propios de la tradición musical latinoamericana.
Un camino que ha profundizado en este segundo álbum en español, de carácter autobiográfico, donde las letras recorren con sutileza el camino del desamor, incluyendo referencias literarias a Allen Ginsberg, Cervantes u Homero. Y en el que experimenta con las estructuras de melodías y acordes de la música tropical para crear un colchón sonoro que el propio Ríos define como “música latina postapocalíptica”.
Tras pasar por Alemania recientemente en una serie de actuaciones que continuará en Bélgica o Países Bajos, entre otros países, este miércoles hará un repaso en formato de dueto a Playa Negra, una colección de canciones con aire lisérgico y sugerentes, perfectas para la especial sonoridad y cercanía del patio de butacas al escenario de Sala Russafa.
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