La Filmoteca de València dedica un ciclo al cineasta, Palmera de Honor de la Mostra de 2022, con toda su filmografía
VALÈNCIA, 21 (EUROPA PRESS)
El director, productor y guionista francés Robert Guédiguian, Palmera de Honor de la 37ª edición de la Mostra de València-Cinema del Mediterrani, ha reivindicado que el cine popular consiste en “decir la verdad” y no en “alabar constantemente al pueblo”, puesto que eso es “ser populista”, ha defendido que los cineastas “deben preocuparse por el público” y que han de “expresarse en libertad”, al tiempo que ha rechazado la expresión cine social, al asegurar que lo que hace “es cine”, y se ha mostrado contrario a “las teorías del arte por el arte”.
Así lo ha manifestado este viernes en la rueda de prensa de presentación del ciclo sobre su figura y trayectoria que acoge la Filmoteca de València. El director ha aprovechado la ocasión para poner en valor la importancia que los cineastas deben dedicar al público y para defender que los mismos han de “enseñar las cosas comprensibles aunque sean incomprendidas”, puesto que a partir de esta premisa “se consigue el acceso al público”.
Guédiguian ha hecho hincapié en la necesidad de “decir la verdad de las cosas” en el cine y ha advertido, en relación con su filmografía, que ser popular “no significa alabar constantemente al pueblo”, porque “eso es ser populista”. “Yo he dicho que soy popular”, ha remarcado.
“El pueblo posee todas las pasiones y también las malas. Por lo tanto, todas las grandes historias de pasión, avaricia y mezquindad existen también en el seno del pueblo y no solo en el mundo de los dioses”, ha expresado.
En esta línea, ha rechazado que su producción sea calificada como “cine social”, y ha advertido de que, “muy a menudo, los calificativos descalifican”. “Yo hago cine, es un cine que a veces habla de obreros desempleados, de inmigrantes. No podemos decir que, por ejemplo, un cineasta que haga películas sobre burguesía sea burgués, o que uno que haga cine sobre campesinos sea campesino. Yo hago cine y punto”, ha zanjado.
“PONER AL PUEBLO EN PRIMER PLANO”
Robert Guédiguian ha repasado su filmografía, tras agradecer el homenaje que le ha realizado la Mostra, y ha subrayado que a lo largo de su trayectoria ha intentado “poner al pueblo en primer plano, hacerle justicia y mostrar que las grandes pasiones también se despliegan con las personas pobres”.
“Es verdad que parto de principios de morales absolutos y creo que la grandeza del mundo depende de cada uno de nosotros, esa es la idea de hacer un cine popular, ese adjetivo sí que lo admito”, ha confesado.
El director de ‘Marius y Jeannette’ (1997), ‘La ciudad está tranquila’ (2000) y ‘Las nieves del Kilimanjaro (2011)’, entre otras, ha garantizado que sus principios no han cambiado “en absoluto” desde los años 80, aunque ha admitido que sí que lo han hecho, “y mucho”, las formas sobre las que se pueden proyectar sus películas. “Me interesan mucho y me conmueven las luchas horizontales o microeconómicas que se producen, por ejemplo, en una fábrica o en un barrio”, ha continuado.
Robert Guédiguian, que ha asegurado que se siente “más legitimado” cuando está en su tierra, Francia, ha recalcado que, en sus películas, “el fondo es el mundo”, y que lo que hace él como director es “remitir la universalidad al resto del mundo”. “Podemos hablar de todas las historias del mundo en todos los lugares del mundo”, ha considerado.
Fruto de esta reflexión, ha añadido que lo universal y abstracto “no existe”, sino que está “ligado a un lugar concreto y, en parte, es por eso por lo que hago filmes en el mismo sitio, y por otras razones mas psicoanalíticas”.
Preguntado por si rodaría una película sobre la situación de Europa, y en particular sobre la guerra en Ucrania, ha subrayado que antes dejaría pasar “más tiempo” para, entre otras razones, “encarnar a los personajes”. En esta línea, ha incidido en que, como ocurre en el caso de Ucrania, hay “muy pocas guerras justas” y ha mostrado su “desagrado” con la exaltación del patriotismo, y más cuando “se acerca hasta el nacionalismo”.
Y ha argumentado: “Hay muy pocas guerras donde los pobres no mueran por los ricos. Rusia ha invadido Ucrania y estoy a favor de Ucrania. Quizá dentro de 5 o 10 años haga una película sobre jóvenes ucranianos que van a defender, no ya a la patria, sino a determinados personajes que se han aprovechado de esta guerra”.
“SOY ANARCOCOMUNISTA, LO SIGO SIENDO”
Durante la rueda de prensa también ha abordado su ideología política y, de hecho, se ha confesado “anarcocomunista”. “Lo sigo siendo, no he cambiado”, ha bromeado.
“A nivel local en aquellos momentos en que los individuos y el colectivo están en armonía, y eso es la definición del comunismo para mí. Y este equilibro comunista es deseado pero no puede ser eterno”, ha incidido. En todo caso, ha apostado por “seguir la pista” de ese tipo de momentos, tratar de mantenerlos, suscitarlos e inventar otros permanentemente”.
Guédiguian ha manifestado su interés en la sucesión de movimientos comunistas y, preguntado por si, con todo ello, se renuncia al “comunismo oficial”, ha argumentado que si lo que se pretende es “nacionalizar empresas y terminar con la propiedad privada”, es algo que “no puede funcionar, como lo sabéis muy bien en España”. “Hay otra manera, quizá, de hacer las cosas”, ha apuntado.
Por último, el director ha adelantado que está terminando su siguiente proyecto, una película que se estrenará el próximo marzo de 2023 bajo el título ‘¡Y la fiesta continúa!’. Parte de una historia trágica, del derrumbe de un inmueble en Marsella en el que hubo varias víctimas. “Se despertó entonces un movimiento popular, o lo que yo llamo comunista, solidario. Junto a esa casa, casualmente, había una estatua de Homero, personaje de la mitología griega que estaba ciego, pero no sordo. Y es él quien cuenta esta historia”, ha concluido.
“LAS COSAS NO SUCEDEN POR CASUALIDAD”
Por su parte, el director artístico de la Mostra de València – Cinema del Mediterrani, Eduardo Guillot, ha subrayado estar “muy contento” desde la organización del festival por el hecho de poder mostrar la filmografía completa de Guédiguian y ha resaltado las “importantes” razones de haber concedido al cineasta la Palmera de Honor, una de ellas que el festival está centrado en el cine mediterráneo, un término “un tanto difuso”, pero que si se ven sus películas “esta es la respuesta”. “Las cosas no suceden por casualidad”, ha recalcado.
El otro motivo, ha continuado, es que las películas de Guédiguian mantienen “total y absolutamente su vigencia” en la sociedad actual, con “lecciones de ciudadanía, ética y moral” a un mundo en el que, “desgraciadamente, estamos demasiado a menudo faltos de todo ello”. Por esta razón, ha considerado “necesario” volver a las películas que expliquen “el mundo en el que vivimos y las claves para tomar posición”.
Gracias a este homenaje, se podrá ver toda la filmografía del cineasta francés en la Filmoteca de València y, además, impartirá una clase magistral en la propia Filmoteca este sábado a las 18.00 horas junto a su esposa y musa, Ariane Ascaride.
Además, la Mostra y el Institut Valencià de Cultura (IVC) han coeditado el libro ‘Robert Guédiguian. La gente no sabe de su poder’, escrito por Aarón Rodríguez Serrano, investigador y profesor en la Universitat Jaume I. Doctor en Comunicación (Universidad Europea de Madrid) y Graduado en Filosofía (UNED), miembro de la Asociación Española de Historiadores del Cine y de la Asociación de Análisis Textual Trama & Fondo.
La 37ª edición de la Mostra de València-Cinema del Mediterrani cuenta con la colaboración del Institut Valencià de Cultura (IVC), Rambleta, València Film Office, Barreira Arte + Diseño y À Punt Mèdia como medio oficial.
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