VALÈNCIA, 29 (EUROPA PRESS)
La librería Railowsky de València inaugura esta semana las exposiciones ‘La València que fue’, con fotografías de José Miguel de Miguel entre 1957 y 1987, en el Museo de la Ciudad y ‘La Posteridad’, con el último trabajo del Col·lectiu 8, en el propio establecimiento con presencia de los artistas.
‘La València que fue’, con inauguración el jueves 1 de febrero a las 19 horas en el Museo de la Ciudad, es una muestra diseñada y dirigida por Fundación Railowsky para el Ayuntamiento de València.
Esta exposición supone un recorrido por la ciudad de València y sus alrededores, incluyendo algunas imágenes del mundo rural, con fotografías realizadas por Miguel de Miguel desde finales de los años 50 siglo hasta 1987, un año antes de su muerte, detalla la organización.
El fotógrafo no presta mucha atención a los edificios ni al urbanismo. Se centra en el paisaje humano, en las personas y su manera de vivir en la calle. José Miguel de Miguel utilizó su “ojo” fotográfico para retratar escenas cotidianas que sucedían en su entorno con un punto de dulzura, humor y realidad.
A partir de ahí, la muestra reflexiona cómo ha cambiado la ciudad y sus gentes a lo largo de varias zonas del ‘cap i casal’, como Poblats Marítims, el entorno del Puerto, Ciutat Vella y fiestas como Fallas o el Corpus.
En ‘La València que fue’ tienen protagonismo especial los niños y ancianos que Miguel de Miguel retrataba con maestría, sinceridad y ternura. Curiosas son las escenas de los niños jugando con las monjas en la antigua Beneficencia, actualmente ocupada por los museos de Prehistoria y Etnología. La exposición finaliza con una pequeña muestra de fotografías realizadas fuera de la ciudad, en el mundo rural, incluidas por su calidad estética.
José Miguel de Miguel (Cartagena 1916 – València 1988) empezó a trabajar con 14 años en la notaría donde su padre era primer oficial. Participó como soldado en la Guerra Civil para posteriormente emigrar a Argentina. Cuando regresó a España pudo encauzar su carrera como representante de marcas de fotografía, afincándose de forma definitiva en València. Allí ingresó en el Foto Club y formó en 1962 el grupo El Forat junto a José Segura Gavilà, Francisco Sanchís y Francisco Soler Montalar. También se integró en la Agrupación Fotográfica Valenciana.
Una de sus principales señas de identidad era su innato sentido del humor, que contrastaba radicalmente con la atmósfera gris de la España de los 50 en la que desarrolló su trabajo. Sus obras muestran una naturalidad casi artificial, una perfección exagerada fruto de su construcción de las composiciones. Para él posaron en muchas ocasiones su mujer, su hijo y sus amigos. A pesar del toque de humor que imprimía a sus fotografías, su mirada es crítica con su época, a la que analiza con ironía. Dedicó gran atención al tema de la infancia y logró infinidad de premios estatales e internacionales.
Protagonizó exposiciones como la celebrada en 1986 en el IVAM, museo que le adquirió una colección de 169 fotografías, y en las galerías fotográficas valencianas Railowsky (1987) y Visor (1988). Fundación Foto Colectania organizó en 2010 la muestra itinerante ‘Alegría de vivir’, expuesta también en la Fundación Bancaja de Castelló de la Plana en 2012.
Desde 2019, Fundación Railowsky archiva y conserva todo su patrimonio fotográfico gracias a la generosa cesión en régimen de comodato para la difusión de su obra.
‘LA POSTERIDAD’
Por su parte, ‘La Posteridad’ se exhibirá en la librería entre el próximo viernes 2 y el 24 de febrero. Se trata del trabajo de Col·lectiu 8, un colectivo fotográfico formado en 2016 en València con una clara vertiente social crítica. Apuesta por la accesibilidad en sus obras, por lo que sus exposiciones cuentan con audiodescripción para ciegos.
Este es el punto de partida de ‘La Posteridad’: “¿Quién se va a acordar de nosotros dentro de un tiempo? Nuestra obra persistirá, pero ¿y nosotros? Si no depende de nosotros hacer historia ¿quién decide que nos recuerden? ¿Necesitamos tener un vínculo con el pasado para reconocernos? ¿Y si al final es una trampa de la sociedad para que seamos normativos, no estamos siendo cómplices de una imposición más? La posteridad no es más que la insumisión del ego frente a la muerte”.
Con ‘La Posteridad’, Col·lectiu 8 explora el término de transcendencia social y cultural mediante “la rebeldía frente a todos los que impusieron a las personas frente a las obras, a sus estándares culturales frente a los propios autores”. “En definitiva, la posteridad es el humo que queda de unas cenizas con un nombre, que, ¿acaso importa?”
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